Las piezas inéditas trazan los inicios de un genio y revelan cómo el compositor encontró su propia voz
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), dependencia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, en conjunto con el Colegio Nacional presentaron el primer volumen de la edición integral de la música de Silvestre Revueltas. El trabajo incluye 30 obras para piano compuestas en su juventud, muchas de ellas inéditas, que representan un valioso rescate musicológico.
El evento –coordinado por la compositora Gabriela Ortiz, integrante de El Colegio Nacional– se llevó a cabo el martes 10 de diciembre de 2024, y contó con la participación de los protagonistas de esta historia: Luis Jaime Cortez, Eugenia Revueltas, Víctor Barrera García y Elena Kopylova Tulubayeva. Al termino de la charla, las piezas fueron interpretadas por los pianistas Mauricio Nader, Rodolfo Ritter y Elena Kopylova.
Un legado inédito
Las obras, compuestas entre 1915 y 1924, muestran los primeros pasos creativos de Silvestre Revueltas, quien comenzó a escribir música desde los 15 años mientras estudiaba en el Conservatorio Nacional de México, bajo la tutela de Rafael J. Tello. El volumen incluye valses, danzas y ejercicios escolares que evidencian el desarrollo de su estilo, el cual conecta el romanticismo mexicano del siglo XIX con el nacionalismo del siglo XX.
La edición, coordinada por Luis Jaime Cortez, es una labor minuciosa que incluye una versión facsimilar, una edición digital de libre acceso a través del repositorio del INBAL-Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical "Carlos Chávez" (CENIDIM) y una grabación realizada por los pianistas Salomé Herrera, Mauricio Nader y Rodolfo Ritter.
El proyecto fue realizado por el INBAL y la Subdirección General de Educación e Investigación Artísticas (SGEIA), a través del CENIDIM, con el apoyo de Eugenia Revueltas, hija del compositor, quien facilitó el acceso al archivo familiar.
Luis Jaime Cortez destacó que estas obras juveniles no solo tienen un valor histórico, sino también estético, ya que en ellas se perciben los gérmenes del pensamiento musical de Revueltas. Por su parte, Víctor Barrera subrayó la importancia de la presente edición integral para saldar una deuda histórica con el compositor y enriquecer el repertorio pianístico mexicano.
A su vez, la investigadora y docente Eugenia Revueltas compartió su decisión de colaborar con el proyecto para asegurar que la música de su padre sea un bien cultural del pueblo mexicano. "Trabajé con los investigadores y descubrí que estas obras ya atisban ritmos, cadencias y sonoridades que reflejan su estilo".
Eugenia Revueltas tenía cuatro años cuando falleció su papá, Silvestre Revueltas. “Mi tía Rosaura se negó a venderle la música de Silvestre a Walt Disney, quien quería comprársela. Rosaura dijo que de ninguna manera. Tras su muerte, el material pasó a mi propiedad".
Estas composiciones, que se creían inexistentes, fueron encontradas en un cuaderno de ensayos que se llamaba El oso, conservado por más de 100 años. “Siempre he considerado que la música de mi papá no es mía, es del pueblo mexicano, y ni la voy a vender a Walt Disney ni nada por el estilo, porque este es un bien de todos”.
Un instrumento histórico
El evento, con el que el Colegio Nacional cierra sus actividades del año, también fue escenario para el estreno insitu de un piano de cola Baldwin que perteneciera al filósofo, músico y escritor Eduardo Rogelio Blackaller Villarreal, cuya adquisición fue posible gracias al apoyo de su esposa, María Bages.
Con la presentación, se abre una nueva etapa en la apreciación del legado de Silvestre Revueltas, que ofrece al público y a la comunidad musical una oportunidad sin precedentes para explorar su obra temprana.