Al respecto por Alejandro Aguirre Guerrero
El presidente no se cansó de regañar a Cuitláhuac García: la manera de tratar el tema de José Manuel Del Río Virgen lo molestó mucho. La instrucción a finales del año pasado había sido clara: adelante con la detención, siempre y cuando no hubiera algo suelto. Y así ocurrió.
El descrédito de García Jiménez no sólo crece en la opinión pública nacional, también entre los distintos grupos y tribus morenistas. Cuando AMLO lo citó en su oficina fue para tratar varios temas, (el pretexto “hacia afuera” era a remodelación de San Juan de Ulúa), y el motivo real, simple y sencillamente, sus tropezones constantes.
En Palacio Nacional realmente están preocupados por el desempeño de García Jiménez, y sin duda alguna, sobre las repercusiones que su actuar podría dejar en la renovación gubernamental. Para AMLO, Adán Augusto López y Mario Delgado, Veracruz puede perderse, cortesía del mandatario morenista.
Además, el gobernador García apostó por Claudia Sheinbaum, y las cosas quizá no salgan como las espera, pues si bien es cierto la decisión final la tomará el presidente, la encuesta morenista del siguiente año podría dar ganador de la candidatura a Ebrard, o hasta al mismo Adán Augusto López.
La visita de Cuitláhuac García a Palacio Nacional no fue tersa ni un día de campo. Aún así, conocedor de las formas políticas, López Obrador continuará hablando (hacia afuera) maravillas de su gobernador, quien fácilmente podría lograr que los morenistas no retengan el poder en la “segunda casa” de AMLO. Si ocurre será su culpa, así de claro lo ven en el centro de país.
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