Con la mira en Qatar

Con la mira en Qatar
Miguel Caballero
Atando Cabitos

Atando Cabitos por Miguel Caballero 

Además de los propios, son demasiados ojos cuya obsesión es la próxima Copa del Mundo de Qatar 2022. Por sólo enfocarnos en algunos, tenemos a: Italia (tras conseguir la Eurocopa 2020); Brasil y Francia (tras el fracaso de la Copa América y de la Euro, respectivamente); de Lionel Messi (tras conquistar la Copa América) y de Cristiano Ronaldo (muy probablemente, su último torneo oficial con la selección de Portugal) y por supuesto de la Selección Nacional de México (metidísima en aprietos por las sanciones de la FIFA ante el ‘grito discriminatorio’).

Por el lado de los italianos, una plantilla de distintos colores y sabores que con el paso del torneo encontró su mejor versión hasta arrebatarle, en su propia casa (el legendario Wembley), el título a una Inglaterra que, a pesar de las ilusiones generadas, sigue sin dar el salto desde hace ya 55 años (Copa del Mundo del ‘66).

Si hablamos de Brasil, habría que señalar el gran tropiezo de haber caído en el Maracaná (el mismo de la tragedia de 1950, ante Uruguay), frente a su acérrimo rival, y a pesar de haber contado con una gran exhibición de su máxima estrella, Neymar Jr.; la obligación, pese a lo nefasto de la palabra, pasa por una reivindicación en la justa mundialista.

Por el lado de Francia y Deschamps, su ‘fracaso’ se reduce a la expectativa creada por la plantilla con la que se presentó a la reciente Eurocopa, donde además de contar con la mayoría de sus campeones del mundo en Rusia (2018), sumó la presencia de Karim Benzema; sin embargo, un exceso de confianza ante los daneses terminó por sepultar las opciones de erigirse como rey absoluto del fútbol mundial, a pesar de tener la mesa puesta para ello. La revancha ya tiene fecha y lugar.

Lo de Lionel Messi fue el éxito más entrañable del verano. Más allá de gustos y fobias, que la Pulga haya conquistado, de una vez, un título con la mayor de Argentina le ha quitado una presión desmedida e inmerecida. Qatar 2022 podría ser el epílogo de una obra llena de drama que podría encontrar, en su final, la total redención. La locura de guion.

Lo de Cristiano Ronaldo habría de ser la despedida de un futbolista que, pese a no ser considerado como el mejor de su generación, por contradictorio que parezca, se encargó de serlo durante muchos años. Una absoluta bestia, un animal, el cual no descansará hasta haber acabado con todo lo que tenga a su paso, incluida su última Copa del Mundo.

Y por parte del Tricolor, lo triste: un equipo sometido a un vaivén de discursos sin sentido, de castigos banales, de narrativas contradictorias, lleno de dinero y falsas expectativas (eso sí) y el cual sigue sin encontrar el rumbo. Quedarse sin disputar el próximo torneo mundialista, sabiendo el manejar de la FIFA, suena tan absurdo que ya aburre.

La Copa del Mundo de Qatar será un cúmulo de historias preciosas pese a lo absurdo de su candidatura, elección y realización. El fútbol lo puede todo.

Nos leemos la siguiente semana. Y recuerden: la intención sólo la conoce el jugador.

 

@donkbitos16