Diana Gómez escribe Cartas desde Berlín
Esperanto significa “el que tiene esperanza”, y se trata de un idioma muy peculiar que fue creado en 1878 por el polaco, Ludwik Zamenhof, quien tras los conflictos entre la población judía, polaca, rusa y alemana por la mala comunicación, decidió crear el primer bosquejo de una lengua internacional que fuera fácil de entender y aprender. Se trata de un idioma formado por una mezcla de palabras de muchas lenguas, principalmente de Europa Occidental.
Hoy en día, millones de personas hablan Esperanto, y aunque no se convirtió en el idioma principal para comunicarse a nivel internacional, se conmemora en Alemania su creación y sus propósitos. Uno de ellos, el de evitar conflictos y guerras entre los seres humanos.
Es justamente en la pequeña ciudad alemana de Herzberg, donde se rendirá homenaje a Zamenhof. Además una plaza de este lugar llevará su nombre y los letreros en alemán de la ciudad han sido reemplazados por este idioma.
Este evento es organizado de manera conjunta por la Asociación Alemana de Esperanto y “Esperanto Nederland” de los Países Bajos. Y en esta ocasión el tema principal de la conferencia será la Sostenibilidad (Dauripovo en esperanto).
Las principales funciones del Esperanto fueron: poder aprenderse con facilidad y de forma lúdica y ser utilizado inmediatamente a nivel internacional. Al tener sólo un artículo, tres tiempos de verbo y 16 reglas gramaticales sin excepciones, es bastante fácil de aprender, pero su poca divulgación no ha permitido que crezca y se desarrolle de manera global.
Sin embargo, de acuerdo a la lingüista de la Universidad de Leipzig, Sabina Fiedler, la comunidad del esperanto es lo suficientemente importante como para asegurar su desarrollo. Y es que los idiomas no cobran importancia precisamente porque suenen bien o sean fácil de aprender, sino por el atractivo de los países que lo hablan, pero en el caso del Esperanto, no existe esta limitante.
@dianaegomez