Lo peligroso de romantizar el trabajo en Europa

Lo peligroso de romantizar el trabajo en Europa
Diana Edith Gómez
Diana Edith Gómez Cartas desde Berlín

Diana Gómez escribe Cartas desde Berlín 

¿Alguna vez se han topado con algún articulo sobre lo mucho que se gana en Europa limpiando? Estoy segura que sí. Titulares como: “Un repartidor en Alemania gana más que un profesional en Latinoamérica” abundan por toda la red. Y claro, lo primero que pensamos es en dejar nuestra vida y volar para esa soñada estabilidad económica.

Pero esto no es más que una vil y engañosa publicidad. El día de ayer, El Clarín sacó un artículo que se volvió viral en Berlín. El título decía “Delivery Top: los repartidores argentinos que trabajan en Europa y ganan 2 mil euros al mes”. Este texto se volvió viral porque retrataba muy poco las realidades que miles de sudamericanos viven en Alemania.

El artículo dio datos muy alejados de la realidad y se metió con una comunidad latina fuerte, la cual hace un trabajo importante de este lado del mundo: la de los argentinos y chilenos que tienen la oportunidad de venir a Alemania a trabajar con la visa Working Holyday, que consiste -justamente como su nombre lo menciona- en un permiso para vacacionar y trabajar por más de un año.

La Segunda Guerra Mundial y la caída del Muro de Berlín provocaron que miles de alemanes migraran, en su momento, hacia Sudamérica. Es por eso que las relaciones entre varios países de ese lado de Latinoamérica se han fortalecido con el paso del tiempo. Así que los permisos para venir a trabajar (incluso sin el idioma) por tiempo completo son bastante accesibles.

Esto ha significado que la comunidad chilena y argentina crezca diariamente en Alemania. Los trabajos que más se requieren son los de limpieza, repartidores o en la gastronomía. Pero esta visa también da pie para aprender el idioma en un futuro, estudiar y trabajar profesionalmente.

Los trabajos que hacen son legales. Francamente dudo que sean pagados de manera justa, pero al menos el salario mínimo se respeta. Ahora bien, absolutamente nadie gana dos mil euros siendo repartidor en Alemania. Y es por eso que los sudamericanos han saltado y exigido que estos artículos amarillistas paren.

Y es que detrás de estos trabajos que ningún alemán quiere hacer, hay muchas historias, muchos profesionistas, mentes brillantes y cientos de proyectos latinos a punto de hacerse realidad.

El perfil del Working Holiday

Aunque los latinos no son una minoría tan grande como otras en Berlín, los sudamericanos han ido ganando terreno y se han instalado en esta ciudad, que han trabajado y cambiado a través de los años.

Muchos de ellos son jóvenes que han dejado sus trabajos y que han decidido abandonar sus carreras profesionales para ahorrar un poco de dinero o para poder estudiar en Alemania. Bajo esos planes, hay un sinfín de sacrificios que se alejan por completo de ese sueño europeo del que tanto se habla.

Esta es una historia muy distinta con los mexicanos que viven aquí. Y es justamente por eso que Alemania es no exactamente el lugar más fácil para adaptarse y migrar siendo mexicano, pero eso ya se los contaré en la siguiente entrega de esta columna.

 

@dianaegomez