Ecosistema Digital por Carlos Miguel Ramos Linares
Una reciente investigación reveló que el Ejército mexicano compró el software Pegasus en 2019 para espiar a colectivos, activistas y periodistas durante el gobierno actual. En julio del 2021, se evidenció que el Proyecto Pegasus, software espía de NSO Group, es el instrumento digital favorito de los gobiernos para facilitar la comisión de violaciones a los derechos humanos, no sólo en México, también en el mundo.
En aquel entonces, se filtró una lista de más de 50 mil números telefónicos de periodistas, activistas, jefes y jefas de Estado, y básicamente cualquier voz crítica disidente a las esferas hegemónicas. La lista representó alrededor de 80 periodistas, más de 17 asociaciones de medios masivos de comunicación de al menos 10 países, así como organizaciones sin fines de lucro.
En esta nueva filtración, al menos un activista y un par de periodistas aseguraron rastreo de las Fuerzas Armadas en sus dispositivos personales, según constata una investigación de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D).
La Universidad de Toronto, a través de Citizen Lab, comprobó que los teléfonos del activista Raymundo Ramos, el columnista Ricardo Raphael, y un periodista más fueron infectados con el malware en 2019. El rastreo permitió el acceso total a los dispositivos personales de los activistas y periodistas, no importando información encriptada. El software es tan potente que permite violar cualquier capa de seguridad instalada en los dispositivos.
Desde el 2017, durante la administración de Enrique Peña Nieto, activistas denunciaron el uso que desde el Estado hacían a través del malware para espiar. El gasto por el software asciende a los 6.000 millones de pesos.
En 2019, el gobierno del presidente López Obrador aseguró que había dejado de utilizar sistemas de espionaje sofisticado como Pegasus. “Esto demuestra que el Gobierno federal ha incumplido su compromiso de terminar con el espionaje ilegal en México”, declaró R3D, al tiempo de presentar denuncias ante la Fiscalía por violaciones a los derechos humanos y la privacidad.
Una vez más, la hegemonía utiliza fraudulentamente la tecnología que viola la privacidad y los derechos humanos más elementales de cualquier país que presuma ser democrático, la utilización de un software que se vende bajo la excusa de investigaciones penales y de terrorismo legítimoes utilizado, en realidad, para la reafirmación hegemónica del poder bajo la comisión de abusos sistemáticos que atentan a los derechos humanos más básicos.
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Carlos Miguel Ramos Linares
@cm_ramoslinares