Manchas olímpicas

Manchas olímpicas
Antonio Abascal
El Blog de Puebla Deportes

El Blog de Puebla Deportes por Antonio Abascal 

Hace 26 años, en 1996, el sociólogo francés Pierre Bourdieu publicó su ensayo “Sobre la Televisión” en donde dedicaba una parte a los Juegos Olímpicos para lo cual hablaba de referentes aparentes y ocultos, el aparente se definía de la siguiente manera: “Es la manifestación “real”, es decir, un espectáculo propiamente deportivo, una confrontación entre atletas procedentes de todo el mundo que se lleva a cabo en nombre de unos ideales universalistas, y un ritual, de marcado tono nacional, cuando no nacionalista, con desfile de los equipos de los diversos países y entrega de medallas solemnizadas con banderas e himnos”. El oculto: “es el conjunto de las representaciones de este espectáculo que filman y difunden las televisiones de los diferentes países, las cuales realizan una selección nacional de la materia bruta, que se supone indiferenciada nacionalmente”.

Ya desde 1996 Bourdieu alertaba sobre el fenómeno de ligar la actividad deportiva a los raitings de la televisión: “Los constreñimientos de la difusión televisada también influyen cada vez más en la selección de los deportes olímpicos y de los lugares y de los momentos que se les asignan, así como en el propio desarrollo de las pruebas y de las ceremonias”, ponía como ejemplo el atletismo de Seúl 88 donde las finales se llevaron a cabo en el horario de máxima audiencia en Estados Unidos, la noche, aunque en la sede olímpica era la mañana. El sociólogo francés ya no vivió para ver Tokio 2020 donde las finales de natación se celebraron por la noche del vecino del norte, por la mañana de la capital japonesa por lo que incluso tuvieron que cambiar las costumbres competitivas de los nadadores y ahora en Beijing 2022, la prueba por equipos del patinaje artístico y la varonil también se llevaron a cabo por la noche en América ya que eran competencias en las cuales los patinadores de Estados Unidos tenían posibilidades reales de medalla; en China la competencia arrancó a las diez de la mañana.

En su análisis, el sociólogo francés también tocaba puntos como la política deportiva y la sombra del dopaje: “Habría que analizar, finalmente, los diferentes efectos de la intensificación de la competencia entre las naciones que la televisión ha producido a través de la planetarización del espectáculo olímpico, como la aparición de políticas deportivas estatales orientadas hacia los éxitos internacionales, la explotación simbólica y económica de las victorias y la industrialización de la producción deportiva, que implica recurrir al dopaje y a formas autoritarias de entrenamiento”.  Veintiséis años después el análisis de Bourdieu sigue vigente y Beijing 2022 ha ofrecido, desgraciadamente, varios ejemplos de estos puntos.

Además de las modificaciones en los horarios de las actividades deportivas de acuerdo al interés mediático, las últimas horas en Beijing han sido desafortunadas para el olimpismo y los valores que dice proteger el Comité Olímpico Internacional. Una patinadora de 15 años, Kamila Valieva (26 de abril 2006), pasó a la historia al ser la primera mujer en realizar un salto cuádruple en una rutina olímpica lo que fue clave para que el Comité Olímpico ruso ganara la medalla de oro en la prueba por equipos https://www.youtube.com/watch?v=HOu8_NvRqME, pero arrojó un positivo en un examen antidoping del 25 de diciembre, el resultado se conoció más tarde debido a un retraso del laboratorio sueco encargado de la prueba, la sustancia por la que dio positivo (trimetazidina) es objeto de un debate entre la comunidad científica ya que algunos consideran que no hay pruebas sobre sus efectos positivos entre los atletas por lo que incluso han pedido que salga de la lista de sustancias prohibidas, pero la realidad es que sigue apareciendo como tal.  Al ser menor de edad, su caso debe ser tratado como figura protegida y la sanción puede ser menor, pero se pidió que no compitiera en la prueba individual, el Tribunal de Arbitraje Deportivo decidió lo contrario porque la investigación para determinar las causas del dopaje sigue su curso, por el daño emocional que podía acarrear para Valieva y porque el retraso del laboratorio no era responsabilidad de la patinadora rusa.

El escándalo duró una semana desde que trascendió el positivo hasta el inicio de la prueba individual, días en que muchos medios occidentales culparon a Valieva, o a su entorno, sin atender a que la investigación no se ha cerrado. Un programa corto con algunos sobresaltos y muchas lágrimas pero cercano a su calidad la catapultó al primer lugar https://www.youtube.com/watch?v=q4cG150dsjQ, pero ayer en el libre la quinceañera no pudo más, sufrió varias caídas, falló un Axel que para ella era de rutina y con la suma de las calificaciones salió del pódium cayendo hasta la cuarta posición https://www.youtube.com/watch?v=-2by-eYCY0I, recibió la puntuación otra vez entre lágrimas mientras su entrenadora la cuestionaba lo que también ha acarreado una nueva polémica que empalma con lo que Bourdieu consideraba formas autoritarias de entrenamiento; finalmente, la historia de Valieva también encaja con otros conceptos del sociólogo francés: Políticas deportivas encaminadas hacia el éxito, la explotación simbólica de las victorias y la industrialización del espectáculo ya que a todos los medios se les escapó que hay una investigación abierta que todavía no termina y, sin embargo, Valieva fue juzgada, culpabilizada, victimizada incluso por leyendas del patinaje como Katarina Witt y señalada como una pieza de una maquinaria macabra a través de su entrenadora, que representa al sistema deportivo ruso y su “poca disposición con el deporte limpio”, como acusó una funcionaria del Comité Olímpico Estadounidense como si ese organismo estuviera libre de tirar la primera piedra.

Una medalla no puede estar por encima de la estabilidad emocional de una joven de 15 años, lo que nos lleva a otra arista del problema. El Comité Olímpico Ruso perdió la oportunidad de hacer un 1-2-3 histórico en el patinaje artístico femenil con la triste historia de Valieva, pero sí se quedó con la medalla de oro con Anna Shcherbakova (28 de marzo de 2004), quien no ha cumplido todavía los 18 años y que fue la segunda mejor calificación del programa corto y del largo https://www.youtube.com/watch?v=m2fcZJGv3Mo, ofreció sólo dos saltos cuádruples y tuvo una interpretación más clásica que su compatriota, Alexandra Trusova quien obtuvo la plata tras ser cuarta en el programa corto y recibir la mejor calificación del largo al presentar cinco cuádruples, Trusova también tiene 17 años (23 de junio 2004) y en la rueda de prensa posterior explotó al punto de decir que odia al patinaje porque haga lo que haga nunca llega a la medalla de oro https://www.youtube.com/watch?v=Hg0n-XAPN8g; la campeona olímpica también dijo sentirse “contenta pero vacía”.

Tres menores de edad peleando por las medallas de la prueba individual del patinaje femenil que siempre es una de las grandes competencias de los Juegos Olímpicos de Invierno, medios con ansias de juzgar, un deporte politizado en medio de una nueva división de bloques entre Estados Unidos y Rusia, un Comité Olímpico Internacional prisionero de su propia narrativa entre esos valores universalistas de los que hablaba Bourdieu y de un nacionalismo exacerbado en donde sólo importa ganar. Una medalla no debería ser tan importante para poner en riesgo la estabilidad emocional de menores de edad, pero la realidad es que el propio Comité Olímpico Internacional ha generado la situación al permitir que la edad esté abierta en los Juegos Olímpicos tanto de verano (en Tokio 2020 hubo un pódium de skateboarding que entre sus tres ocupantes sumaban 44 años de vida) como de invierno; hace años el COI creó los Juegos Olímpicos de la Juventud para atletas de 15 años y menores, por lo que al existir esa competencia debería regular por el bien de los adolescentes la edad a la que un deportista puede participar en los Juegos Olímpicos.

La actuación del COI en el caso Valieva fue tibia porque quiso quedar bien con todos y hoy su Presidente Thomas Bach, agregó más errores a la lista al atreverse a criticar al equipo ruso de patinaje por la forma en la que trató a Valieva después de que finalizó su programa largo. El funcionario se dijo “perturbado por la frialdad en el trato a Valieva”, “en lugar de consolarla se mostraron muy distantes”, la contestación rusa no fue a través de un interlocutor deportivo, el viceprimer ministro de Rusia, Dmitry Chernyshenko dijo: “Estamos profundamente decepcionados de ver a un Presidente del COI tejer su propia narrativa ficticia sobre los sentimientos de nuestros deportistas y luego presentarlos públicamente como la voz del COI, esto es francamente inapropiado e incorrecto”.

Tras pedir el apoyo de los gobiernos, Bach reconoció que estudiará la posibilidad de implantar un límite de edad y luego calificó a Beijing 2022 como unos juegos exitosos por la calidad deportiva y de la infraestructura para después caer en la eterna contradicción al hablar del “gran espíritu olímpico” encarnado en la camaradería entre atletas estadunidenses y chinos o ucranianos y rusos en medio de la tensión fronteriza entre ambos países, así como por celebrar los Juegos en China a pesar de las acusaciones de violación de los derechos humanos a la etnia uigur; es decir el conflicto entre los ideales universalistas y el nacionalismo exacerbado de medios y gobiernos. Al final, tres adolescentes, las tres ganadoras de medallas, vieron su estabilidad emocional comprometida al quedar en medio de la contradicción olímpica que el propio COI ha fomentado con la complicidad de medios de comunicación sedientos de más espectáculo.

@abascal 2