La Fuente

La Fuente
 Fabián Robles
La Fuente

farotlax.com.mx por Fabián Robles Medrano 

Ahora que el reloj acelera el paso de las manecillas para la definición en próximos días de los nombres de quienes ocupen algo así como 14 mil candidaturas a distintos cargos de elección popular en Tlaxcala -titular del Ejecutivo, diputaciones locales, ayuntamientos y presidencias de comunidad- se entiende cuánta razón tenía el colega Miguel Ángel Granados Chapa cuando se refería a los políticos.

En alguna entrevista, el autor de la columna Plaza Pública recordó una plática sostenida con su abuelo, a propósito de políticos y periodistas, que le sirvió para afianzar la vocación por el oficio que fue su vida.

Para explicar las diferencias entre unos y otros, el abuelo recurrió a una analogía por demás ilustrativa: a aquellos los comparó con los charcos, y a nosotros (los de la talacha diaria) con las fuentes.

El abuelo le dijo al nieto que “los políticos son como los charcos: nacen cuando cae la lluvia, y se secan cuando sale el sol. En cambio, los periodistas, son como las fuentes: siempre tienen agua”.

Y en efecto, en medio de esta efervescencia política, no ha habido día –desde mediados del año pasado, con todo y pandemia- que no sepamos de gente que de repente, sin más nada, ha saltado a la plaza pública (Granados Chapa dixit) en pos de alguna nominación.

Los colores no importan y menos las ideologías partidistas, si es que todavía existen. Lo que priva, además, es la improvisación y la ignorancia. Lejos queda la quimera de profesionalizar la política. Hoy más que nunca, quien tiene dinero o padrinos políticos, garantiza la nominación.

Sólo de esa manera se entiende que, en prácticamente todos los partidos, haya más de una persona que de un día para otro se muestre preocupada por los problemas del pueblo, y quiere ocuparse en resolverlos.

Si oficialmente serán 14 mil candidatos en números cerrados, sólo baste imaginar cuántos aspirantes hay; por lo menos 20 mil.

Llama la atención que Morena –tanto para diputaciones como ayuntamientos- sea el partido con más militantes o simpatizantes que buscan alguna candidatura. Tan sólo para el municipio capitalino rebasan las tres decenas.

En efecto, la lluvia electoral propicia la aparición de una gran cantidad de charcos. El consuelo, si así lo queremos ver, es que en cuanto aparezca el sol la mañana del 7 de junio, muchos de ellos se secarán irremediablemente porque no habrán logrado los votos anhelados o prometidos para vivir de la ubre presupuestal.

FARO NOTICIAS

Después de 32 años de ser esto que se es, de peregrinar por distintas redacciones, tanto de medios impresos y electrónicos, locales y nacionales -a los que debo un gran aprendizaje; FM Centro, la última casa que me brindó cobijo por más de una década-, hoy este FARO tiene luz propia a través de este portal.

Llegar aquí no ha sido fácil, sobre todo porque los últimos 12 meses hemos enfrentado a un enemigo imprevisto como es el Sars-Cov-2 que nos obligó a muchas cosas; a nosotros, los periodistas, aprender a contar hechos nunca antes vistos.

Y eso, contar lo que pasa, es el sino de nuestro oficio, el compromiso de nuestra vocación; esa que si traicionamos puede ser perjudicial para la salud, acaso diría Gabriel García Márquez.

Cierto estoy que la competencia es mucha y muy diversa, merced a las posibilidades que ofrecen la revolución tecnológica y de la comunicación, propias de nuestros tiempos, pero como dice Umberto Eco: “no son las noticias las que hacen el periódico, sino el periódico el que hace las noticias”.

La apuesta es esa. Ojalá y lo logre, porque a fin de cuentas “los periodistas, somos la memoria de los otros”, acaso diría Borges (y no Borgues, según el lunfardo foxista)