La lucha de las mujeres en el deporte

La lucha de las mujeres en el deporte
Cuauhtémoc Hernández
El Blog de Puebla Deportes

El Blog de Puebla Deportes por Cuauhtémoc Hernández Romero 

Es importante destacar que aún hoy en 2022 muchas personas no entienden la diferencia entre la celebración y la conmemoración del 8 de marzo que fue reconocido por las Naciones Unidas en 1975 como el “Día Internacional de la mujer”, de hecho el concepto de “celebración” de este día es parte del problema ya que echa en saco roto el principal objetivo que es visibilizar la lucha de los derechos de la mujer en los ámbitos sociales, culturales y deportivos.

El origen de la conmemoración se remonta a la lucha por los derechos laborales de mediados del siglo XIX en un momento de expansión y turbulencias por el mundo industrializado en el que la mujer comenzó a alzar la voz por las limitantes impuestas a su desarrollo en el mundo laboral y la vida productiva, esto llevó a que en Estados Unidos se realizara la primera Convención Nacional de los derechos de las mujeres, en dicho espacio se mantuvo la idea de que todos los hombres y mujeres son creados iguales por lo cual era fundamental la exigencia de derechos civiles, sociales, políticos y religiosos. El 8 de marzo de 1875 miles de trabajadoras textiles fueron duramente reprimidas por salir a las calles de Nueva York para exigir jornadas laborales de diez horas y el fin del trabajo infantil, mientras que la ONU considera como días claves en la historia de la lucha por los derechos de la mujer el último domingo de febrero, el 23 de febrero, el 19 de marzo y el 15 de abril.

El 23 de febrero de 1917 las mujeres rusas se declararon en huelga en demanda de pan y paz como protesta por los dos millones de soldados rusos muertos en la guerra, cuatro días después el Zar se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho de voto. Cabe destacar que Rusia no usaba el calendario gregoriano, sino el juliano por lo que ese 23 de febrero correspondió al 8 de marzo en los países europeos.

Otro antecedente destacado es la marcha de mujeres de 1908 en la ciudad de Nueva York que reunió a 15,000 personas que se manifestaron para pedir menos horas de trabajo, mejores salarios y derecho a votar.

Desde entonces hay que reconocer que ha habido avances significativos en la lucha de las mujeres en los distintos espacios de la vida moderna, pero sigue siendo igual de importante visibilizar los problemas que siguen enfrentando en la actualidad, situación que se ve reflejada por ejemplo en las reglas de vestimenta que le son impuestas en el Mundo Deportivo, claro ejemplo es la situación que enfrentó el equipo femenino de balonmano de playa noruego que fue obligado a pagar una multa de USD$ 1,764 por negarse a usar la parte inferior del bikini cuando competían en el campeonato europeo https://www.youtube.com/watch?v=fLfQO9ZgQqo.

Dicha multa fue impuesta por la Federación europea de balonmano por el uso de “ropa inadecuada” después de que la selección femenil Noruega decidiera usar pantalones cortos en el mencionado torneo, dicha situación se hizo tan mediática que incluso la cantante estadounidense Pink se ofreció a pagar la multa del equipo, cabe destacar que este tipo de situaciones que aún imponen códigos de vestimenta a las mujeres en competencia no son una situación aislada.

En contraste a la situación que vivió el equipo noruego, la para atleta del equipo británico y doble campeona mundial, Olivia Green recibió el comentario de que su vestimenta no era apropiada, pero en esta ocasión el comentario provino de un funcionario quién dijo que sus shorts eran demasiado cortos y reveladores. La velocista y saltadora de longitud que se preparaba para su participación en Tokio 2020 destacó que ha usado la misma vestimenta a lo largo de nueve años y nunca había tenido un problema similar https://www.youtube.com/watch?v=ip5NYijUJkc.

A la misma situación se enfrentó Serena Williams; sus logros al ser una histórica tras conseguir 23 veces un Grand Slam no bastaron para que la tenista estadounidense fuera recriminada por competir en un “catsuit” negro que según la tenista era para ayudarle a lidiar con el problema de los coágulos de sangre que complicaron su embarazo,  a pesar de esto la organización del abierto de Francia en 2018 le comunicó que no le permitirían volver a usar este atuendo y el mismo presidente de la Federación francesa de tenis Bernard Giudicelli declaró a una revista especializada: “Creo que a veces hemos ido demasiado lejos hay que respetar el juego y el lugar”.

Hay que reconocer que parte de la problemática es la falta de mujeres como parte de los organismos deportivos, la falta de ellas no ha permitido generar la empatía necesaria para cambiar las cosas ya que los hombres no dimensionan el problema, resulta indignante y hasta vergonzoso recordar las declaraciones de Joseph Blatter de septiembre de 2011 que proponía el uso de hot pants para impulsar el desarrollo del futbol femenil, estas declaraciones del entonces presidente de la FIFA se dieron en un momento en que el desarrollo del balompié femenino iniciaba su consolidación internacional, al paso del tiempo quedó demostrado que dichas determinaciones eran por demás descabelladas después de ver los números alcanzados en la última Copa Mundial de Francia 2019 sin la implementación de las mismas https://www.youtube.com/watch?v=tA6FrcK_pTs.

Lo cierto es que la problemática no se limita solamente a los organismos deportivos, la problemática radica en la sociedad en general de los distintos países que fundamentan erróneamente sus opiniones sobre lo que debe o no vestir una mujer, claro ejemplo es lo sucedido con la exjugadora profesional de la WNBA y entrenadora de basquetbol de la Universidad de Texas, Sydney Carter la cual a mediados del mes pasado se vio cuestionada y exhibida en redes sociales por usar la vestimenta de un pantalón de vinil  Rosa y una blusa blanca de cuello alto con un moño también rosa (qué buscaba demostrar el apoyo a la lucha contra el cáncer de mama) y zapatillas de tacón de aguja.

Urge reconocer que la vestimenta de una mujer en el deporte no demerita su labor en cualquier disciplina o cargo que se desempeñe,  da igual forma revisar los estatutos de vestimenta impuestos a las ligas y categorías femeniles para actualizarlos a la ideología de libertad de vestimenta que se ofrece en el ámbito varonil.