Pan y Circo escribe Alfredo González
No sé a los demás enfranjados pero a mí esta ‘crisis’ del Club Puebla de cuatro partidos sin ganar me encanta. No, tampoco piense que me he convertido en uno de esos personajes indeseables que les fascina ver arder el Cuauhtémoc y aman cuando al equipo le va mal e inventan una sarta de estupideces con tal de desestabilizar. Tampoco exageremos.
Si bien es cierto que La Franja ha tenido un ‘bajón’ de juego en las últimas cuatro fechas, con registro de dos empates y dos derrotas, con ocho goles en contra y perdiendo ventajas en los últimos minutos, prefiero esto que estar con el rosario en la mano haciendo cálculos de cuántos puntos nos faltan para salvarnos del descenso.
Me explico. Después de 13 jornadas, Puebla suma 23 puntos, es tercero general, está en puestos de Liguilla directa, sigue siendo la tercera mejor ofensiva y, aunque parezca difícil de creer, con los ocho goles en los últimos cuatro partidos, se mantiene como las defensivas menos goleadas. Dígame usted si no va a preferir estar relegado a la tercera posición que perder la categoría.
Y es que en los últimos tres torneos, el Puebla nos ha acostumbrado a estar en los primeros lugares, a jugar bonito, a ser la cenicienta del certamen, a que todos los reflectores apunten a un técnico joven y brillante como Nicolás Larcamón. La vara está quedando alta pero tampoco hay que ahogarnos en un vaso de agua por haber conseguido dos puntos en cuatro duelos.
Ha dejado escapar ventajas de 2-0 ante Santos y Pumas y con ello no ha podido escalar al liderato general cuando hace unos años esos puntos significaban estar en los puestos 16, 17 o 18, con planteles muy cortos, con pocas expectativas, con falta de identidad, con cambio de técnico cada 7 jornadas y con nula conexión entre equipo y afición.
Bendita crisis pues. Bendita crisis que no le ha permitido al Puebla asegurar su presencia directa en la fase final del Clausura 2022. Bendita crisis que tiene al equipo en tercer lugar, con 23 puntos en la general y con una estabilidad inimaginable en la novena posición de la tabla porcentual. Bendita crisis que le permite al Puebla seguir soñando con la tercera estrella y no estar contando las monedas para pagar las multas al final del año futbolístico. Bendita crisis.
Por Alfredo González
@AlfredoGL15