Natalia

Natalia
Alfredo González
Pan y circo

Pan y circo escribe Alfredo González  

Tras mi regreso a México luego de cubrir la Final de la UEFA Champions League 2016 en Milán y la Eurocopa 2016 en Francia, era momento de seguir con La Fórmula es Domingoesperar el cheque en el otro trabajo que prometía pagar desde febrero y juntoa mi mujer, planear nuestro primer aniversario de casados.Hicimos un viaje a Cancún y terminamos, literal dando el Grito de Independencia en nuestra querida Puebla.

Con prueba de embarazo en mano, sabíamos que la vida estaba por cambiar.Aveces uno ve en las películas y series que siempre cuando te enteras que estás esperando un hijo todo es felicidad, brincas de emoción, haces planes con extrema tranquilidad. Qué no los engañen, eso no sucede. Nos quedamos callados durante 30 minutos. Nos voltéabamos a ver incrédulos. Al día siguiente confirmamos y estábamos embarazados. Nos iba cayendo el veinte de a poco. Sobra decir que no estaba planeada; sin embargo poco a poco nos fue ganando el amor. Siempre al acostarnos decíamos <<imagínate cuando ya tengamos a un cachorrito aquí>>. Pues cuidado con lo que desean porque se les cumple. 

Aguardamos unos días y soltamos el bombazo. Citamos a mi padre, esposa y mis hermanos en una taquería sobre InsurgentesMi mujer preparó unas tarjetas para dar la buena nueva y alrepartirlas, mi padre se levantó los lentes, sonrió, abrió el sobre y sus ojos se llenaron de lágrimas. No tuvo que decir ni una sola palabra. Lo entendió todo.Me abrazó fuerte, muy fuerte. Me dio un beso en la frente y nos dijo <<¡Qué Dios los bendiga, hijos! No saben qué felicidad me acaban de darYdigo que va a ser niñoy, por supuesto le va a ir al Puebla>>, dijo entre risas

Pasaron los meses y mi mujer no cambió de parecer.Fue tajante,<<yo quiero cesárea, qué dolor el parto natural>>.Y como en donde manda capitán no gobierna marinero, programamos el nacimiento para el 5 de junio a las 8 de la mañana. Un día antes había elecciones y el próximo abuelo tenía que estar cubriendo la jornada en la CDMX. Tanta fue la euforia, que el lunes a las 7 de la mañana viajó a Puebla para conocer a su primera nieta.Mi madre, mis hermanos, mis suegros, cuñados. Todos estaban al pie de la ventana para conocer a Natalia. 

8:53 am. Una pequeña bolita de pelo apareció por la panza de mamá. Lloró hasta que se cansó, volvió a chuparse el dedo índice como en el ultrasonido y abrió sus ojitos lentamenteYa la tenía en mis brazos.Es como si toda tu vida se pausarapara poder contemplar a un humanito, a un ser que a partir de ese momento dependerá solo de nosotros, sus padres

Esta semana esa personita cumplirá 5 años. Tan independiente, tan cariñosa, tan inteligente, tan bella y segura de sí misma. 5 años en los que nos ha enseñado a ser papás, a amar sin límites y sin medida. Es nuestro mayor orgullo, nuestra máxima motivaciónEntiende nuestro trabajo, comprende cuando estamos tristes y con un <<mamá y papá>>y un beso calma cualquier tempestadEn lo único que he fallado es que ni por error se asoma a verfutbol. Desde los 3 días de nacida tuvo uniforme de la Selección Mexicana, ya la llevamos a varios partidos del Puebla y por ahí existe un esbozo de afición. Grita ¡Puebla, Puebla!, por su padre y nada más. Ella baila, ríe, corre, se disfraza de princesa. Un día es Skye de Paw Patrol y otro Isabela de Encanto. Ella es feliz y nos hace felices. Es lo único que importa y coeso estamos plenos.

Felices 5 años, mi princesa. Feliz cumpleaños, mi Natalia.

Por Alfredo González

@AlfredoGL15