La Fuente escribe Fabián Robles Medrano
Silvano e Irma Yordana Garay –padre e hija, ambos legisladores (él, federal; ella, local) y dueños del Partido del Trabajo en Tlaxcala- jugaron una partida de ajedrez y ganaron para su franquicia las tres nominaciones a diputaciones federales por el estado.
Su primer triunfo en este proceso lo lograron merced quizás a una jugada conocida como gambito de dama que hoy está de moda gracias a una miniserie de Netflix.
Neófito en el juego de las 32 piezas -16 por cada jugador y un tablero que está dividido en 64 casilleros, conocidos como escaques- me puse a buscar en qué consiste el gambito de dama.
La respuesta hallada es esta: el gambito de dama consta de tres movimientos. Las blancas mueven primero el peón de la dama dos casillas hacia adelante. A continuación las negras responden moviendo su propio peón de dama dos escaques hacia adelante. Finalmente, las blancas responden adelantando dos espacios el peón de su alfil de dama.
Y en una analogía de esa jugada de ajedrez, se colige entonces que tal vez eso fue lo que hizo el clan de los Garay para apropiarse de las tres candidaturas a la Cámara Baja del Congreso de la Unión.
La semana pasada varios medios consignaron que las nominaciones a esos cargos quedarían de la siguiente manera: Distrito I, el expanista Alejandro Aguilar López, impulsado por el PT y respaldado por el PVEM y Morena; Distrito II, el expriista Carlos Augusto Pérez y en el III la también exmilitante tricolor Eréndira Cova.
Esa decisión no satisfizo a los Garay quienes no se conformaron con que Irma Yordana buscara nada más la reelección como diputada local. Además, esa mujer tiene marcadas diferencias con el otrora priista dada su conducta intolerante, prepotente y misógina, según cuentan los propios incondicionales del ex edil de Tepetitla.
Fuentes allegadas a ese clan, contaron a este reportero que entonces vino la primera jugada clave: presionar a Morena para que les cediera las tres candidaturas o el PT retiraba su apoyo a la coalición Juntos Haremos Historia en Tlaxcala.
Y como en dicha alianza la franquicia de los Garay pesa más que los otros partidos que la conforman –claro, después de Morena- vino el enroque: la calpulalpense Eréndira Cova se tuvo que conformar con ser inscrita como candidata a diputada local por el Distrito 1.
Entonces la segunda jugada consistió en imponer a Irma Yordana Garay como abanderada de la coalición Juntos Haremos Historia en Tlaxcala –conformada además del PT, por Morena y el PVEM- para contender por el Distrito II federal y sacar de la contienda al expresidente municipal de Tepetitla.
La tercera –y al parecer definitiva jugada de los Garay- fue la imposición de la exmagistrada Elsa Cordero Martínez como candidata petista por el Distrito III federal, donde el partido de la estrella se la jugará solo, pues no va en coalición como en las otras dos demarcaciones.
Lo que se sabe es que, en un inicio, cuando los Garay no querían cederle el espacio a Carlos Augusto Pérez, el nombre de la exjuzgadora fue puesto sobre la mesa de negociación para que resultara ungida como la candidata de esa coalición por el Distrito II.
Sólo que al medir las posibilidades de triunfo, hábilmente Irma Yordana hizo el enroque y, al fin copropietaria del PT, impuso su voluntad para quedarse con la candidatura en esa demarcación, en la que sí tendrá el respaldo de morenistas y pevemistas.
Elsa Cordero –quien los últimos 12 años fungió como integrante del Poder Judicial local- va sola a la guerra en el Distrito III.
Sabedora de que tenía su nominación bajo la manga y de que todo era cuestión de tiempo para su destape, durante los últimos días Elsa Cordero fue protagonista de varias entrevistas difundidas en redes sociales sobre su vida y obra.
Al correo electrónico de este reportero llegó una de esas pláticas, elaborada supuestamente por una agencia. Bien dicen que en política no hay casualidades, sino causalidades.
Para cerrar el tema, huelga decir que Carlos Augusto Pérez tendrá que conformarse con su incorporación al equipo de campaña de la virtual candidata al gobierno de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros.
El padrino del exalcalde de Tepetitla, el diputado federal con licencia –y quien encabeza la lista de aspirantes a legisladores plurinominales de Morena- Rubén Terán, perdió la partida de ajedrez ante los Garay y se quedó con las ganas de imponer a su pupilo.
Por cierto, todavía hasta hace poco Carlos Augusto presumía que “ya era” candidato a diputado federal. Pagado de sí mismo, le cerró el paso a Liliana Becerril Rojas, quien se había inscrito en el proceso interno de Morena en busca de esa postulación.
En un arranque de soberbia, no exento de misoginia, cuentan que el exdiputado local priista le dijo a esa mujer, palabras más, palabras menos, que no se ilusionara con la candidatura, pues no tenía posibilidad alguna de conseguirla. “Mejor te invito a sumarte conmigo…como mi asistente”, dicen que vociferó.
Hoy, por bocón, a Carlos Augusto Pérez del plato a la boca se le cayó la nominación. En cambio, Liliana Becerril –prácticamente sin despeinarse- es la candidata al gobierno del estado por el Partido Encuentro Solidario Tlaxcala (PEST).
No cabe duda que la ley del Karma sí existe…
@FaroTlax