Fabián Robles escribe La Fuente
En estos tiempos en que proliferan los vivales, Juan Carlos Sánchez García no ha perdido la oportunidad de sacar raja política de donde sea, como sea y a costa de lo que sea.
Dolido porque no lo dejaron ser candidato al gobierno de Tlaxcala, dejó las filas de Acción Nacional, el partido que utilizó para ser diputado local.
Empecinado en aparecer en la boleta del 6 de junio, endulzó el oído a los altos mandos de Redes Sociales Progresistas y se salió con la suya para que lo ungieran como su carta para contender por la gubernatura.
Una vez que le abrieron la puerta, se coló como la humedad entre la militancia de ese partido hasta que logró deshacerse de quienes le tendieron la mano y a la postre le estorbaban para sus fines aviesos.
Sin obstáculos enfrente, el amante del béisbol, junto con su consorte Aurora Villeda, pronto se hizo del control del partido, hasta adueñarse por completo de esas redes.
A su esposa la impuso como dirigente de Redes Sociales Progresistas y no sólo eso, prácticamente le aseguró la candidatura a una diputación local por la vía plurinominal.
Lo que era un secreto a voces fue confirmado este martes, sin desdoro alguno, por la misma Aurora Villeda: ella encabeza la lista de este partido por el principio de representación proporcional. Es decir, casi casi tiene asegurada su curul en la próxima legislatura local.
Hace unos días, en el programa radiofónico Democracia 21, Juan Carlos Sánchez vociferó en contra de las imposiciones en Morena y en el PRI.
Juró y perjuró que en su partido no había esas prácticas, sólo que escupió al cielo...
Por cierto, un actuar nada distinto al del dirigente del PAN en Tlaxcala, José Gilberto Temoltzin, quien también aprovechó esa posición de privilegio para convertirse en el número uno de la lista de aspirantes a una diputación plurinominal.
Casualidadades de la vida, José Gilberto y Aurora llevan el apellido Temoltzin y, con un poco de suerte, quizá pasen a formar parte de los próximos inquilinos del Palacio Juárez.