La Fuente escribe Fabián Robles
Entre los integrantes del primer círculo de la casa de campaña de Anabell Ávalos Zempoalteca hay preocupación por lo que parece ser fuego amigo. No lo dicen abiertamente, pero algunos de ellos sospechan que varios priistas están haciendo sus maldades en perjuicio de la abanderada de la coalición Unidos por Tlaxcala.
Un primer indicio de ello es que, aun en plena vedad electoral, personal de la Secretaría de Fomento Agropecuario (Sefoa) tuvo la genial idea de entregar paquetes de aves de traspatio en el municipio de Texóloc. Algo digno de cualquier imberbe.
El hecho, en sí mismo, ya es de por sí preocupante por lo que podría constituirse como un delito electoral.
Pero no todo queda ahí, sino que la entrega de esos apoyos fue realizada ni más ni menos que en la plaza principal de ese pueblo bronco, justo frente de la casa del expanista –hoy convertido al morenismo- Sergio González Hernández ¡coordinador electoral de Lorena Cuéllar Cisneros, candidata de la coalición Juntos Haremos Historia en Tlaxcala!
Es decir, le pusieron en charola de plata la evidencia y como era de esperarse, el exdiputado local, ni tardo ni perezoso, se hizo presente en el lugar, teléfono celular en mano, para realizar una transmisión vía Facebook Live, obvio con narración incluida.
Otra maldad, según fuentes consultadas por este reportero, es la que le descubrieron a Enrique Padilla Sánchez, rector de la Universidad Politécnica de Tlaxcala, quien con todo y pandemia envío a las calles a un grupo de alumnos de su confianza para levantar encuestas que, curiosamente dicen, favorecen no a su compañera de partido Anabell Ávalos, sino de la adversaria Lorena Cuéllar.
Y no es que el exdiputado local sea imparcial y por eso “respete” los resultados de esos trabajos demoscópicos.
Las dudas sobre la conducta del sobrino de Beatriz Paredes Rangel preocupan porque es viejo conocido de los priistas y saben lo perverso que puede ser, y del doble juego que puede jugar.
El tiempo tiene la respuesta.
@farotlax