El Blog de Puebla Deportes por Antonio Abascal
El Puebla de la Franja ligó su séptimo empate consecutivo https://www.youtube.com/watch?v=fpnCXz92P9g, sigue igualado en puntos con San Luis y Tijuana, que también empataron al abrirse la fecha doce del Apertura 2022, al finalizar la jornada sólo podría ser superado por Necaxa (que juega hoy contra León) o alcanzado en puntos por Juárez (que también juega hoy contra Cruz Azul), el problema es que una mejor ubicación en la tabla empieza a depender de los otros. Siete empates de forma consecutiva dividen el juicio de los medios y aficionados en Puebla, este último frente al peor equipo del campeonato deja la mesa servida para un cierre muy duro por la calidad de rivales que faltan: Pachuca, el miércoles en casa, luego las Chivas en Guadalajara para recibir consecutivamente a Tigres, Pumas y América del 16 al 30 de septiembre en tres viernes consecutivos en el Estadio Cuauhtémoc.
La jugada del gol anulado a Maxi Araújo en el minuto 88 nubló el juicio de los aficionados poblanos que cayeron en el enojo y se sintieron robados por el árbitro López Peñuelas y por el VAR y aunque ciertamente la marcación dejó muchas dudas por la falta de claridad del joven silbante, al final se supo que marcó que Altidore no estaba alejado al menos un metro de la barrera local, lo cual aunque no guste está estipulado en el reglamento. Podemos discutir si la regla es absurda, que nunca se había marcado, que fue muy rigorista y en todos esos argumentos habría algo de razón, pera esa jugada en particular ha hecho que en las siguientes horas del juego no se discuta el flojo partido del Puebla de la Franja que ofreció su versión más pobre de la actual temporada.
Aquí cabe hacer otra precisión ya que no se trata de decir que el equipo no luchó, porque en ese sentido es el aspecto más regular en la era Larcamón, es una escuadra que con más o menos luces nunca deja de luchar pero el problema es que Querétaro también luchó e igualó la intensidad del Puebla, Cortizo entró poco en juego durante la primera mitad, los Gallos lograron cortar los circuitos entre su ex jugador e Iván Moreno quien en una acción aislada se asomó al arco de Aguerre pero su disparo fue repelido por el cancerbero uruguayo; a medida que pasaban los minutos los locales se sentían más cómodos y trataban de llegar por las bandas y así aprovecharon las facilidades defensivas del Puebla por su banda de la izquierda (en relación a la defensa) y Barrera mandó un gran centro que remató Nahuelpan para abrir el marcador en otra jugada donde los centrales sufrieron para cortar un centro aéreo y Ferrareis llegó tarde en el recorrido. Es cierto que Cortizo tuvo la posibilidad inmediata de empatar y que se encontró dos veces con el guardameta local pero esa jugada y la previa de Moreno fueron esporádicas muy lejos de la producción ofensiva que acostumbra el equipo de Larcamón.
Más allá de la polémica por el gol anulado, el partido que el Puebla ofreció en Querétaro fue preocupante, Larcamón insiste en improvisar a Daniel Aguilar como carrilero por izquierda pero el canterano del Atlas vive una crisis de confianza tras la lesión que lo apartó de los terrenos de juego casi una temporada y el colocarlo en una posición que no domina lejos de ayudarlo ha intensificado sus dudas; Aguilar deambula en el terreno de juego ni apoya a la ofensiva ni pesa a la defensiva, Araújo sigue metido en una irregularidad pasmosa donde ofrece una buena jugada y luego desaparece por grandes lapsos del partido. Querétaro entendió al Puebla, trató de tapar sus virtudes rompiendo los circuitos entre Cortizo, Mancuello y Moreno lo que de paso sirvió para nulificar a Barragán, los Gallos también cerraron la banda de Ferrareis quien estuvo participativo pero sin claridad. Ante esta situación la primera modificación de Larcamón fue sacrificar a Aguilar para colocar a un especialista en esa zona, el canterano Ivo Vázquez, pese a lo cual el inicio del segundo lapso careció de fuerza y, por el contrario, fueron los locales los que avisaron dos veces y obligaron a la reacción de Iván Rodríguez (quien cumplió con una buena actuación en sustitución de Antony Silva tras participar en el inútil juego de la selección mexicana ante Paraguay).
Tras ese buen inicio, Querétaro prefirió esperar a un Puebla nublado, muy lejos de su mejor versión, con un Araújo presionado y sin tomar las mejores decisiones en la cancha, Larcamón tiró del banquillo para sacar a Moreno (ayer sin muchas luces) y a Maia quien sufrió toda la noche con Nahuelpan para dar entrada a Altidore y a Israel Reyes quien venía del innecesario viaje a Atlanta para quedarse en la banca nacional por decisión de Gerardo Martino; Reyes cumplió al hacer una marca más certera y pegajosa sobre el ariete argentino al tiempo que Altidore buscaba balones pero los circuitos seguían rotos, por lo que el juego cayó en la monotonía. La lejanía de su mejor versión generaba que tampoco apareciera la típica rebeldía poblana ante el resultado adverso, pero al minuto 75 Nahuelpan perdió el balón en mediocampo ante la presión de Cortizo, el propio jugador poblano condujo y encontró a Altidore quien hizo un recorte y luego sacó un disparo mordido que salió sin fuerza pero muy colocado y tomó a contrapié a Aguerre quien ya no pudo reaccionar; así como en otras ocasiones los rivales poblanos (Necaxa y Juárez, por ejemplo), encontraron premio con muy poco, ahora la fortuna favoreció al Puebla cuando más perdido en la cancha se notaba.
Los minutos siguientes fueron emocionantes porque los dos equipos se soltaron y Querétaro fue capaz de generar peligro en la meta poblana a tal grado que Israel Reyes tuvo que intervenir cerca de la línea para repeler un tiro centro de Rojas y luego se produjo otra acción meritoria de Iván Rodríguez, el Puebla pese a querer carecía de claridad con toda y la reaparición de Omar Fernández quien ingresó al minuto 83 por Jordi Cortizo, lo que generó que Araújo se cargara por derecha para los minutos finales; pero el equipo fiel a la filosofía de su entrenador fue capaz de generar dos acciones peligrosas: Un tiro libre bien cobrado por Mancuello que escupió Aguerre y que Araújo había aprovechado para fusilar en lo que parecía el gol que acababa con los males del Puebla porque significaba volver a ganar tras nueve fechas sin lograrlo, porque era un gol de un futbolista muy presionado y porque acercaba una victoria en un juego en el que no había mostrado su mejor versión, pero vino la revisión silenciosa, el llamado al árbitro central y la inédita decisión del silbante para quitarle la alegría a los poblanos. Pese a lo cual todavía Omar Fernández creó una acción en el área queretana donde al final se estorbó con Araújo y por ello su disparo fue rechazado.
La decisión de López Peñuelas fue tan polémica que es de lo que más se ha hablado tras el juego pero el cuerpo técnico del Puebla deberá ser muy frío en el análisis porque más allá de haber estado cerca de la victoria, la verdad es que la actuación general del equipo fue muy floja, a merced de un equipo que desconectó los circuitos camoteros y esta versión se produjo tras los abucheos del viernes pasado en casa; lejos de responder con más fuerza, fue un equipo maniatado, un equipo presionado y, sobre todo, con una diferencia muy marcada entre los elementos más en forma como Cortizo y los que han perdido confianza como Araújo, Aguilar y Maia. Podemos discutir todo el fin de semana si ese tipo de acciones se marca regularmente o no, pero esa no es la verdadera razón de la crisis de resultados del Puebla; los problemas defensivos no se han subsanado y cada vez más se nota más presionados a los jugadores, algunos incluso podrán sentir que tras jugar mal se rescató un punto de la cancha de Querétaro, otros podrán quedarse con la frustración de que una decisión arbitral quitó el triunfo, pero la realidad es que ayer el Puebla ofreció su peor partido del campeonato.
Al finalizar el juego, Nicolás Larcamón ofreció una rueda de prensa más mesurada que la de la semana pasada en la que incluso no criticó la decisión arbitral y habló de la necesidad de hacer un análisis integral de la situación del equipo. Eso es lo que requiere el Puebla, dejar atrás las posturas de cara a la galería, incluso dejar atrás la idea de merecimientos (que otra vez repitió), se necesita que el timonel analice si los constantes cambios de posición son recomendables en estos momentos de presión, las causas del bajón de varios jugadores como los mencionados líneas arriba, analice el trabajo defensivo y las razones de los sufrimientos en las pelotas aéreas, es hora de encontrar las causas del desnivel de los momentos de los jugadores de la plantilla, ya acabó el tiempo para jugarle al vidente y decir que “lo conseguiremos porque este equipo sabe a lo que juega y se lo merece”, los triunfos no van a llegar por un acto de justicia de la “buena fortuna”, llegarán cuando se solventen los problemas que viene mostrando el equipo y que el cuerpo técnico no ha sido capaz de identificar o de darles una mayor importancia.
Un sector de la afición recordaba que en el futbol gana el equipo que mete más goles como contestación a un comentario en la cuenta de twitter de un servidor tras el juego de anoche, pero esa idea aplica para todos. El Puebla no ha ganado en diez jornadas no por los “malditos” árbitros, tampoco porque “traemos al santo de espaldas”, el equipo de la Franja no sabe ganar, no maneja los partidos, no resuelve sus dudas defensivas, en lugar de dar certezas el técnico ha preferido seguir improvisando en algunas posiciones, ojalá Larcamón haga el análisis que prometió porque la vía para ganar es apretar las tuercas que se han venido aflojando y que cada vez son más numerosas. De la misma forma hay que insistir en algo, ayer el Puebla pudo ganar sin jugar bien, pero de cara al cierre del torneo con la exigencia de los rivales que viven su mejor momento ese nivel que enseñó la Franja no servirá para ganar que es lo que requiere porque al final del torneo el premio no necesariamente se lo lleva quien menos perdió sino el que supo ganar a la hora buena.
@abascal2