Pan y Circo escribe Alfredo González
Allá por San Baltazar Atlimeyaya, Atlixco existe un criadero de truchas. Maravilloso lugar para pescar, comer y otras actividades recreativas. Una de ellas es que puedes darle de comer a las truchas y estas se amontonan para que les toque una porción. Se empujan, se ‘medio matan’ por el objetivo. Unas lo logran y otras vuelven frustradas.
Algo así sucede cuando en el entorno de la Franja existen temas espinosos y cuando estabas acostumbrado a ‘medio matar’ por el pan y ahora ni las manos puedes meter. Pues resulta que el buen Ricardo Cid, a quien por cierto respeto mucho, publicó una foto en donde se ve a Manuel Lapuente como cualquier mortal formándose para entrar al estadio Cuauhtémoc. Esto fue suficiente para que las truchas ‘pinguinezcas’ golpeadoras saltaran y comenzaran la cacería de la semana.
Sin contexto, entendemos que Don Manolo no tendría que formarse jamás para ver a la Franja. Vamos es que él tiene pase libre al mismísimo cielo. Resulta que el histórico técnico del Puebla no avisó a la directiva que asistiría al estadio y decidió ingresar por el acceso uno. Una vez en la explanada, Don Manolo fue dirigido al palco para disfrutar del juego. Pero ya sabe usted, solo les faltó decir que Rogelio Roa le vendió el boleto al doble de precio a Lapuente.
Es que déjeme decirle que eso ya es una persecución brutal. Ahora inventaron que el jefe de negocios del club es quien administra la gasolinera que está enfrente del estadio para cobrar estacionamiento. Semana a semana nos sorprenden con cositas más absurdas.
Y estas prácticas no solo se quedan en Puebla y es que por los constantes golpeteos y chismes del ‘periodista’ Ignacio Suárez, se ha decido que este no participe en entrevistas o alguna actividad cerca del club. No es secreto que es el propio Fantasma el vocero predilecto de la trucha ‘pingüinezca’ para regar tepache, cizaña y chismes de lavadero. Muy a su estilo, pues.
En la semana también aseguraba ser menso, -nada nuevo bajo el sol-, pero que no lo tacharan de ratero. Ya se le olvidaron las prácticas y propuestas que buscaba a costa del gobierno de Mario Marín y enriquecerse buscando apoyos del entonces Sicom, comida en la Estancia Argentina en la que por cierto yo estuve presente. Y tras estos dichos, no dude que luego se invente otra deuda para manchar nombres y amenace con spots, mismos que he estado esperando con ansias. También nosotros veremos, escucharemos y diremos.
Por Alfredo González
@AlfredoGL15