Pan y circo escribe Alfredo González
Seleccionados mexicanos, existe un solo culpable de los fracasos mundialistas, de los malos manejos directivos, de que se exageren las malas actuaciones en eliminatorias. Todo es culpa de la prensa mexicana. Clarito está, ustedes dejen de preocuparse.
La prensa mexicana ha tenido la culpa que tú Guillermo Ochoa no hayas recorrido tu portería en el gol de Lionel Messi. Es la principal culpable que te hayas lanzado desde tu posición y que no hayas estado dos pasitos adelante para tener mayor control del arco/ángulo. Y esto lo dice un referente del marco como Iker Casillas, no vayas a creer que me lo acabo de inventar y que lo digo yo que no he pisado una cancha profesional.
Por supuesto que la prensa también somos culpables de tu desatención Héctor Miguel Herrera. Cómo es posible que no te hayamos advertido a ti flamante refuerzo del Houston Dynamo de la MLS de la peligrosidad de Lionel Messi. Toda nuestra, HH.
Además, cómo se nos pudo pasar recomendarte a ti Gerardo Martino que no dejaras en la banca a Edson Álvarez, el mejor jugador mexicano de la actualidad. Debidos advertirte que el Machín tenía que jugar sí o sí.
Tenemos la culpa de no apoyarlos como se debe. Yo creo que por eso no han tenido un mejor rendimiento, les han faltado los aplausos y las porras para tirar más de una vez a portería en dos partidos. No hemos vitoreado lo suficiente, es por eso que no han sido capaces de competir en Qatar 2022. Vaya insolencia nuestra, caray.
Por una maldita vez háganse responsables. Entendemos que hoy el seleccionado nacional va corto en talento, México no es ni remotamente la mejor selección de Concacaf y mucho menos top ten del mundo, pero no competirle a Argentina, imperdonable. Tenemos que omitir los últimos 30 minutos contra Argentina porque los primeros 60 medianamente controlaste el juego. Ah bueno, tome usted su reconocimiento de chocolate, señor Martino. ¿Y qué hacemos con eso?
Es más fácil repartir culpas, solo hablar con la prensa internacional, asegurar que somos severos con la crítica. Veremos contra Arabia Saudita si las vacas sagradas quieren jugar, si desean competir y no quedar en el absoluto ridículo, porque de no ganar, llegaría un capítulo más de culpa de la prensa.
Por Alfredo González