La Fuente escribe Fabián Robles
Jaime Piñón Valdivia y José Luis Garrido Cruz saben lo que es vivir –y muy bien- a costa del erario público. Para hacerlo, han utilizado las franquicias de los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y Encuentro Social Tlaxcala (PEST); más aquél que éste.
Por eso es que ahora que la suerte –llamémosle así- no les ha favorecido, buscan cualquier asidero para no hacer quedar mal al veracruzano César “El Tlacuache” Garizurieta (1905-1961), autor de la célebre frase “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
El primero de ellos, a la sazón dirigente estatal del PVEM, instruyó a sus abogados que impugnaran la asignación de las 10 diputaciones plurinominales de Tlaxcala.
Jaime Piñón no está de acuerdo en el reparto que hizo el Consejo General del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE). Quedó inconforme por una razón: él encabezaba la lista de candidaturas de representación proporcional de su partido. Seguro estaba que el número de votos obtenidos el 6 de junio le alcanzaba para regresar al Palacio Legislativo donde ya en el pasado reciente ocupó una curul, pero no fue así.
El segundo, líder del PEST, no concibe ni se resigna a aceptar la realidad: su partido perdió el registro; por eso también ya promovió la impugnación respectiva.
Para conservar su registro y gozar de prerrogativas estatales, los partidos políticos debieron alcanzar al menos el 3 por ciento de la votación total válida de la gubernatura, que fue de 610 mil 415 votos; y/o la de diputaciones, que alcanzó 616 mil 787 sufragios.
Si se toma en cuenta el resultado de los comicios para diputados locales, el Partido Encuentro Social Tlaxcala (PEST) –liderado por el diputado local Garrido- obtuvo 8 mil 554 votos, es decir apenas 1.38 por ciento de la votación total.
Guste o no, la ley respectiva les permite impugnar; están en su derecho, pero de eso a que puedan salirse con la suya, es otro cantar. Lo que no pudieron ganar en las urnas, buscan hacerlo en la mesa.
Tanto en el PVEM como en el PEST desconfían de los ejercicios aritméticos realizados por el árbitro electoral. Y cómo no estarlo si en la sesión de cómputo por la gubernatura le fallaron los ábacos –perdón, la hoja de Excel- y por ello, durante varios minutos “rasuró” miles de votos a los 15 partidos participantes en los comicios.
Del lado del Consejo General del ITE hay certeza de que tanto el proceso de asignación de plurinominales, como el de pérdida de registro, se hicieron como mandan los cánones y sería prácticamente imposible que los tribunales reviertan esa decisión. Ya se verá.
@farotlax