Tentáculos del salinismo

Tentáculos del salinismo
 Fabián Robles
La Fuente

La Fuente escribe Fabián Robles 

La mayor parte de quienes forman parte de la opinocracia en México se decantó este martes por escribir sobre el principal motivo que habría orillado al presidente Andrés Manuel López Obrador a remover a Irme Eréndira Sandoval Ballesteros al frente de la Secretaría de la Función Pública (SFP).

El común denominador de esas plumas fue que la académica, junto con su esposo John Ackerman (defensor de la 4T) y algunos otros personajes, forman parte de un subgrupo con proyectos propios.

Para ser más claro, a ellos se les señala de ser los artífices directos de la guerra política desatada - por presuntos abusos de índole sexual- contra Félix Salgado Macedonio en la carrera por la candidatura al gobierno de Guerrero.

Un motivo poderoso había de trasfondo: Pablo Amílcar, hermano de la hoy exfuncionaria defenestrada, buscaba la nominación morenista. No lo consiguió, pero a cambio de ello el clan Sandoval Ballesteros se ganó la animadversión del hombre de Palacio Nacional y eso, dicen, le valió a Irma Eréndira su salida del gabinete.

Fuera de esa circunstancia, pocos opinólogos centraron su atención en el relevo de esa mujer. Los más se conformaron con retomar parte de la hoja curricular del nuevo titular de la Función Pública, Roberto Salcedo Aquino.

Todavía menos fueron los opinadores que vieron el relevo con tintes sucesorios rumbo a 2024, y además trajeron a colación episodios un tanto desconocidos de la vida profesional de ese hombre que desde antes fungía ya como subsecretario en la dependencia que hoy encabeza.

“Un personaje inequívocamente relacionado en su momento con el ahora difunto Manuel Camacho Solís y con Marcelo Ebrard Casaubón. Una pieza más para la colección de temporada del virtual vicepresidente civil, el secretario de Relaciones Exteriores cuyas irrupciones en materia de compras y contratos en temas ajenos a la cancillería quedarían en condiciones de buen trato por parte del agradecido Salcedo Aquino en caso de alguna indagación necesaria”, escribió Julio Hernández López, en su columna Astillero publicada en el periódico La Jornada.

“La salida de Irma Eréndira es una pérdida para la corriente extraoficial motejada como los puros (con Claudia Sheinbaum como precandidata a 2024), añade ganancias al ebrardismo y diluirá la esperanza de mejorar la pobre cosecha gubernamental de verdaderos peces gordos de la corrupción del pasado y del presente”, anotó el jornalero.
Álvaro Delgado, columnista de SinEmbargo, recordó que Roberto Salcedo “es un político que coincidió en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) con el presidente Andrés Manuel López Obrador desde Tabasco, en los ochenta, y formó parte del equipo cercano de Manuel Camacho Solís, mentor del canciller Marcelo Ebrard, en el salinismo” (sí, en el gobierno del innombrable y odiado CSG).

“Con este cambio –escribió Delgado- el presidente decide apostar por un conocido de décadas (…) Antes de ocupar ese cargo a nivel del gabinete salinista, Salcedo Aquino –priista desde 1965– fue delegado regional de la Secretaría de Programación y Presupuesto en Villahermosa, Tabasco, entre 1983 y 1987, justo cuando Salinas de Gortari era el titular, en el sexenio de Miguel de la Madrid”.

Según el Diccionario Biográfico del Gobierno Mexicano, editado en el sexenio de Salinas y citado ahora por el periodista de SinEmbargo, Salcedo Aquino fue también, en el mismo periodo de 1983 a 1987, secretario técnico de la Comisión de Planeación para el Desarrollo del Estado de Tabasco y, entre 1986 y 1987, secretario técnico de la Comisión para el Desarrollo de las Zonas Petroleras del Estado de Tabasco.

Por esas fechas el nuevo secretario coincidió con López Obrador, allá en su tierra natal de este último cuando fue dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Pero los lazos de ese hombre con el salinismo no quedan ahí. En su momento, la periodista Daniela Barragán documentó que “cuando Irma Eréndira fue designada como la encargada de la SFP, llegó escoltada por dos personas. Una de ellas, Tania de la Paz Pérez Farca y la otra, Roberto Salcedo Aquino, quienes ocuparon las dos subsecretarías más importantes de la dependencia que combatiría la corrupción de un gobierno que tiene ese objetivo entre sus principales banderas.

“Tanto De la Paz como Salcedo Aquino tenían algo en común: el despacho Vázquez Nava Consultores y Abogados, S.C., propiedad de María Elena Vázquez Nava, quien fue Contralora General de la Federación en el Gabinete del presidente Carlos Salinas de Gortari. El (ahora) nuevo secretario omitió informar en su declaración patrimonial que su hijo, Armando Salcedo Cisneros, trabaja en ese despacho que tiene tareas relacionadas con las de la SFP; en el área en la que se desempeña su hijo se trabajan observaciones hechas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que son materia también de la SFP”.
(El texto completo de Álvaro Delgado, con información de Daniela Pastrada, publicado originalmente en SinEmbargo se puede leer en la siguiente liga: https://www.sinembargo.mx/22-06-2021/3990949)

En medio de todo eso, también muy pocos saben de la relación que tiene Roberto con Julio César, nombrado obispo de Tlaxcala el 15 de junio de 2017 por el Papa Francisco. A ellos los une un lazo de sangre indisoluble: son hermanos, cuya madre fue originaria de Huamantla.

También muy pocos saben y recuerdan que desde hace poco más tres décadas Roberto tejió una relación de poder con la priista Beatriz Paredes Rangel, cuando fue gobernadora de Tlaxcala. Como muchos que ahora están en la 4T –incluido el mismo presidente López Obrador-, Roberto Salcedo tiene un pasado priista.

Por todo ello, el director de transparencia mexicana, Eduardo Bohórquezconsidera que no va a ser fácil el reto para Roberto Saucedo al frente de la Secretaría de la Función Pública “porque tendrá que fiscalizar e investigar a los propios funcionarios de la administración de López Obrador”, aunque “es un funcionario con el tono y el perfil que el presidente quiere para el cierre de su administración”.

Una de las primeras tareas que tendrá ya en el cargo el experimentado funcionario será investigar a quien le antecedió en el cargo, sobre todo lo referente al incremento de su patrimonio durante su gestión. Se habla que esa mujer y su esposo Ackerman han amasado una fortuna de varios millones de pesos reflejada en varias propiedades.

Si la pretensión del tabasqueño es hacer una realidad su lucha contra la corrupción, ya se verá si Roberto Salcedo quiere y puede atrapar verdaderos “peces gordos”. En sus manos y en su experiencia está la posibilidad de pasar a la historia o de resignarse a ser como cualquier florero, tal como lo fue Irma Eréndira.

 

@farotlax