La Fuente escribe Fabián Robles
Sin asumir todavía la titularidad del Ejecutivo tlaxcalteca, Lorena Cuéllar Cisneros ya dio muestras de autoridad en menos de una semana: la declaratoria de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres, y los cambios en la estructura de la administración pública estatal.
El pasado 22 de julio, acompañada del subsecretario Alejandro Encinas, en una comida con representantes de los medios de comunicación, la morenista anunció que en Tlaxcala se haría una realidad esa declaratoria.
Más allá de filias o fobias, es justo reconocer que con su acompañamiento se logró esa demanda tan anhelada durante varios años por activistas y organizaciones de la sociedad civil.
Lorena Cuéllar tuvo la voluntad política necesaria, y desde luego el respaldo desde Palacio Nacional, para conseguir el pasado miércoles esa declaratoria para los 60 municipios del estado.
La gobernadora electa consiguió en menos de un mes lo que el priista Marco Antonio Mena Rodríguez no pudo o no quiso gestionar durante su mandato, pese a las voces que clamaban por ello en un acto de justicia.
En el acto protocolario para dar a conocer esa declaratoria, al gobernador saliente funcionarios federales literalmente le restregaron en su cara que durante el último lustro –es decir, prácticamente en todo su mandato de 4 años y 8 meses- las muertes violentas de mujeres se duplicaron, al grado de registrarse 76 casos de feminicidio “que no han sido investigados como tales”.
Contundente y demoledor fue el mensaje de la titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), Fabiola Alanís Sámano cuando refirió: “por este terrible contexto hoy declaramos la alerta de violencia de género contra las mujeres en todo, en todo, el estado de Tlaxcala”.
Evidenciado, Marco Antonio Mena no dijo nada de eso. Después de todo ¿qué podía decir ante una realidad tan cruda e inobjetable? Pese a ello, el priista y sus panegiristas presumen el discurso triunfalista de que heredará a Lorena Cuéllar un estado en paz. Nada más falso.
La otra muestra de que Lorena Cuéllar ya es la que manda se pudo ver también el viernes pasado cuando los diputados locales -de mayoría morenista- aprobaron prácticamente sin discusión alguna cambios a la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de Tlaxcala.
Sin asumir que las modificaciones fueron por órdenes de la gobernadora electa, los legisladores –en uno de sus últimos actos de sumisión convenenciera- desaparecieron cuatro dependencias, pero crearon nueve secretarías y dos coordinaciones.
Con la nueva legislación desaparecerán las secretarías de Políticas Públicas y Participación Ciudadana; la de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Vivienda; la de Comunicaciones y Transportes, así como la Contraloría del Ejecutivo.
La normatividad aprobada por el Congreso local establece que a partir del próximo 1 de septiembre –prácticamente en el arranque del sexenio lorenista- iniciarán sus funciones las nuevas secretarías de Finanzas, la de Infraestructura, la de Movilidad y Transporte, la de Medio Ambiente, y la de la Función Pública, así como la Coordinación General de Planeación e Inversión.
Mientras que para el 1 de enero de 2022 iniciarán funciones las secretarías de Bienestar, la de Ordenamiento Territorial y Vivienda, la del Trabajo y Competitividad, así como la de Cultura, además de la Coordinación General de Comunicación.
Pero no fue todo por parte de quienes integran la LXIII Legislatura local. A mediados de la semana pasada, en sesión fast track aprobaron la dimisión de la magistrada interina Ernestina Carro Roldán, quien estuvo en el cargo apenas cinco meses.
Detrás de la renuncia de esa mujer está la intención de la gobernadora electa de convertirla en titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado, según se dice en los corrillos políticos.
Por cierto, el pasado viernes fue “filtrada” a los medios de comunicación una lista con los nombres de los supuestos palomeados para integrar las distintas dependencias del gobierno estatal.
Contrario a los deseos y sueños de muchos, hasta ahora sólo está confirmada la llegada del expanista Sergio González Hernández a la titularidad de la Secretaría de Gobierno, cargo en el que repetirá pues ya hizo lo propio durante el sexenio de Héctor Israel Ortiz Ortiz.
El velo se correrá en los próximos días, aunque ya desde ahora se puede decir que muchos de los próximos funcionarios no serán morenistas de cepa, y tampoco todos serán oriundos de Tlaxcala. Se avecinan muchas sorpresas, pero más sorprendidos.
@farotlax