La Fuente escribe Fabián Robles
En vísperas del regreso a clases presenciales, y en medio de voces a favor y en contra por los riesgos que ello implica, Marco Antonio Mena Rodríguez se deslindó de toda responsabilidad al respecto.
Desde una posición más que comodina, el priista dejó esa determinación en manos del próximo gobierno estatal que encabezará Lorena Cuéllar Cisneros a partir del martes venidero.
So pretexto de que su administración de cuatro años y ocho meses termina el próximo lunes, justo en el inicio del nuevo ciclo escolar, el mandatario saliente ha dicho que ese día entrega todas las tareas y responsabilidades del gobierno a su sucesora, y hasta ahí.
Olvida, sin embargo, que su mandato concluye justo a la medianoche del próximo lunes y, por tanto, no puede tirar la toalla así nomás.
Marco Antonio Mena incluso ha propalado la especie de que sus colaboradores revisaron el estado físico en que se encuentran todos los planteles.
Puede ser que, en efecto, hayan hecho esa tarea; empero, muchos padres de familia y maestros ignoran cuáles son las condiciones en que están las escuelas y las necesidades que tienen para recibir de vuelta a los alumnos.
Obligada por las circunstancias y la evidente desidia del priista, la gobernadora electa le pidió al gobernador saliente que convoque este jueves a sesión del Consejo Estatal de Salud con el propósito de definir la estrategia para el regreso a clases.
Lorena Cuéllar tiene claro –por la línea dictada desde Palacio Nacional- que el retorno a las aulas debe darse a partir del lunes próximo llueva, truene o relampaguee.
Junto con su equipo cuenta ya con algunas medidas al respecto, pero no las puede dar a conocer porque aún no protesta al cargo; mientras tanto, esa responsabilidad recae, quiera o no, todavía en el gobernador Mena.
Mientras tanto hay muchas dudas, como por ejemplo qué hacer si se llega a presentar algún contagio de Covid-19 en cualquier plantel, ya sea entre alumnos, directivos, docentes o personal administrativo. Las autoridades no han determinado si lo cierran o lo mantienen abierto con algunas restricciones.
Cuestiones como esa, y muchas otras más, se deben abordar en el seno del Consejo Estatal de Salud y darlas a conocer de manera inmediata, pero todo indica que a Marco Antonio Mena es un tema que ya no le interesa.
Al priista le importó más que los docentes entregaran hace varios días a los alumnos un mini kit sanitario compuesto por una botellita de gel antibacterial y un cubrebocas blanco con la imagen tricolor emblemática de su gobierno: las letras TXT, en una bolsa con el lema “Tlaxcala. Construir y crecer juntos. Seguimos construyendo 20 21”.
Magnánimo, también le importó más dejarle un futuro bien asegurado a quien cobró como su secretario de Gobierno de julio de 2018 a agosto de 2021. Hablo de José Aarón Pérez Carro, quien dejó la administración menista con una patente de notario bajo el brazo.
@farotlax