Dr. Julián Germán Molina Carrillo
Después de la controvertida aprobación de las reformas constitucionales impulsadas por el Presidente López Obrador, a través del grupo parlamentario de Morena, que originalmente otorgaba las tareas de seguridad hasta 2024 al ejercito poniendo bajo su mando a la guardia nacional, plazo que se amplió hasta 2028 a propuesta de una diputada del PRI y que finalmente fue aprobada con mayoría calificada por ambas cámaras, dicho proyecto debe ser aprobado por la mayoría de las legislaturas de los Estados, a fin de que pueda ser publicada en el Diario Oficial de la Federación y entre en vigor; durante las última semanas hemos sido testigos de la intensa labor del Secretario de Gobernación Adán Augusto López visitando los Estados del país para entrevistarse con los gobernadores y diputados de las legislaturas locales, para operar se lleve a cabo la aprobación de las reformas en el menor tiempo posible.
Dicha operación le ha ocupado la mayor parte de sus actividades, para lograr el porcentaje de aprobaciones necesarias, pero también con ese pretexto, para acercarse en reuniones públicas con los liderazgos más importantes de los Estados y con ello ir amarrando los apoyos que necesita para desplazar a los demás precandidatos a la Presidencia de la República.
El discurso del Secretario de Gobernación en dichos eventos, también busca a toda costa convencer a los legisladores de todos los partidos, de las bondades y beneficios que traerá al país la acción de las fuerzas armadas para combatir a los grupos de la delincuencia organizada contando con un marco legal constitucional que les dará certeza jurídica para actuar.
Actualmente la paternidad del logro de la aprobación en el Congreso de la Unión de la reforma constitucional mencionada, se disputa entre los operadores del Presidente López Obrador, entre los presidentes de las fracciones parlamentarias de Morena y aliados en ambas cámaras Ignacio Mier y Ricardo Monreal respectivamente y se suma ahora el Secretario de Gobernación Adán Augusto López quien ha afirmado que el convenció a los diputados del PRI para que se sumaran a la propuesta de Morena y con la propuesta de la diputada Yolanda de la Torre, se modificara un párrafo de la iniciativa original ampliando de 2024 a 2028 para que la guardia nacional pudiera prestar los servicios de seguridad pública en todo el país y ahora seguramente se adjudicará la aprobación de la reforma por los Congresos locales para quedar bien con López Obrador.
La promoción de la imagen de Adán Augusto, ha sido acompañada con slogans como “Estamos Augusto con la Guardia Nacional” y también de otras manifestaciones de simpatizantes expresándole que están con él para que sea el candidato a la Presidencia en 2024.
Hasta el más inexperto en política, puede darse cuenta de que el Secretario de Gobernación con todas estas visitas a los Estados busca construir una estructura local que le permita llegar en las mejores condiciones a la encuesta final para definir al candidato o candidata presidencial.
Otro de los elementos que están jugando a favor del secretario, es convencer a los Secretarios de la defensa y Marina qué con él tienen plenamente garantizada la posición que actualmente detentan gracias al apoyo del Presidente López Obrador; es decir con él, la continuidad del proyecto de militarización no corre ningún riesgo.
Adán Augusto también está demostrando que es un político que sabe ponerse los guantes y debatir con los partidos de oposición, así como con los gobernadores emanados de otros partidos como los de Jalisco y Nuevo León, a quienes ha lanzado fuertes críticas culpándolos de la inseguridad que enfrentan en sus estados y de su falta de disposición para apoyar a la militarización; con ello abrió otro frente ahora con Movimiento Ciudadano y su líder nacional el senador Dante Delgado que salió a defender a dichos gobernadores.
En estos momentos que vive el país el Secretario de Gobernación Adán Augusto López, más que asumirse como un constructor de acuerdos y un mediador para atender los problemas de gobernabilidad del país, actúa como un precandidato que pretende lograr un mejor posicionamiento aprovechando su puesto y sobre todo convencer a AMLO y a la militancia de MORENA que no lo den por muerto, ya que puede convertirse en un buen candidato, que además goza de la amistad y aprecio del Presidente y puede garantizarle la continuidad del proyecto de la 4T en este caso sumando como su aliado al PRI que seguramente no regresará al bloque opositor, en los siguientes procesos electorales, ya que tal parece le irá mejor apoyando las iniciativas del Presidente y su partido a nivel federal y de los Estados, porque seguramente ya hicieron una valoración de que por ahora, ninguno de sus probables candidatos les garantiza ganar en 2024.
*Director general del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla.