Máscaras escribe Jesús Olmos
Recién nombrado como próximo titular de la Secretaría de Bienestar y Participación Ciudadana del municipio de Puebla, el panista Matías Rivero Marines, arrastra un negro historial de abusos, hostigamiento, bloqueo, discriminación y franco desprecio por alumnos de la Universidad Popular Autónoma de Puebla en donde desempeñó varios puestos.
En los últimos años, ungido como todopoderoso Coordinador de la carrera de Derecho de la UPAEP, instaló una política de terror mediante la cual maltrataba de forma sistemática a la matrícula.
En su historial como académico se despliegan un sinfín de relatos de quienes lo padecieron “en la plenitud del pinche poder”, como decía el clásico.
Bloqueando calificaciones, trabando exámenes, retrasando titulaciones, insultando y denigrando a los alumnos por cuestiones físicas e intelectuales, haciendo alarde de sus influencias y de que, podía erigirse como la peor pesadilla de aquel que llegara a denunciarlo.
Aunque se presume como un estudioso de los derechos humanos fundamentales, Rivero Marines, ha hecho entre el alumnado y algunos profesores una cofradía a quienes pedía cuentas y sobre quienes marcaba el paso, solapando desde arriba casos de acoso sexual y abuso de poder denunciados ampliamente en la universidad.
El recién nominado para el Gabinete de la administración entrante del ayuntamiento de Puebla con Eduardo Rivera Pérez, estará en un área estratégica que requiere tacto, sensibilidad y actitud de servicio, algo de lo que adolece, de acuerdo con los testimonios de alumnos de varias de las últimas generaciones de graduados de la UPAEP.
“Matías no es en absoluto sensible, todo lo contrario, es un lobo con piel de oveja”, me respondió una de sus víctimas tras conocerse el regreso al Palacio de Charlie Hall del abogado.
Habrá que recordar que Rivero Marines, como coordinador de regidores de la coalición Compromiso por Puebla en 2012, perdonaba a sus pares sus ausencias y huidas a eventos políticos, todo en aras de proteger las argucias de los jefes políticos de aquellos años.
Diseñador frustrado y “metalero de noche”, el verdadero rostro del Matías que se presentó a la reunión de transición con los representantes de la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco, está lejos de verse.
De la mano con otros yunquistas, al próximo titular del Bienestar en la capital también se le recuerda por apoyar el retorcido proyecto de Margarita Zavala y Felipe Calderón, quienes buscaron por varias vías regresar a Los Pinos, dejando en la paso una estela de sangre y muerte.
Seguramente, después de estas líneas, nada va a pasar con Matías, puesto que tiene puesto un pie y otro más en la oficina del Zócalo de Puebla, pero bien haría el alcalde electo en pensarse 2 veces cada uno de los perfiles que postula.
Sirva esto también para que las víctimas rompan el silencio y que en ningún rincón de la UPAEP ni de ninguna universidad poblana se permita un abuso más.
@Olmosarcos_