Debate y espía

Debate y espía
Jesús Olmos
Máscaras

Máscaras escribe Jesús Olmos

Las revelaciones de la Organización RTC, Animal Político, Proceso y Aristegui Noticias sobre que el Ejército compró un software para intervenir comunicaciones a la única empresa autorizada para vender Pegasus en México, llegó a la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Al ejercicio de comunicación acudió Nayeli Roldán reportera de Animal Político, quien fue la encargada de cuestionar a AMLO. Fue la primera y con total libertad, sin ser interrumpida. Allí pudo interpelar en varias ocasiones, presentó los datos de la indagatoria, criticó fuerte y reclamó palabras del presidente. Acá parte del intercambio:

REPORTERA: ¿Usted no llamaría a cuentas al Ejército para que nos explique de qué se trata este contrato de monitoreo remoto comprado a la empresa que vende Pegasus?

PRESIDENTE: Les puede dar una información el Ejército, hoy o mañana, sí, sin ningún problema.

REPORTERA: Y también podemos entregarle las pruebas, presidente.

PRESIDENTE: Sí, sí, sí, sin ningún problema. No tenemos nada que ocultar, no somos iguales, le repito.

REPORTERA: ¿Podría venir el secretario a informar?

PRESIDENTE: No, no, no, es hacer grande un asunto que no tiene relevancia porque es mentira, así de sencillo.

AMLO amplió su respuesta: “Yo hice el compromiso de que nadie iba a ser espiado, ningún opositor, si tienen pruebas que las presenten, he estado leyendo sobre esta denuncia y la verdad no hay elementos, no tendríamos porque, además de ser indebido, no podríamos hacer lo mismo”.

El presidente también explicó que el Ejército habría adquirido este software para labores de inteligencia, no para espiar periodistas, activistas u opositores a su régimen e insistió en que no se miente. Más allá de la investigación de estos medios con 3 personajes intervenidos, vale la pena recordar que en el sexenio de Enrique Peña Nieto se tejió una forma de espionaje gigantesca que no perdonaba ni a los hijos de quienes se dedicaban a cuestionar y oponerse al régimen. 

El duro intercambio crispó la conferencia, pero motivó un debate sano sobre este tema que debería importarnos a todos.

Lo que lo echó todo a perder fue al día siguiente, cuando AMLO arremetió contra el mensajero, en algo que parecía más una revancha contra Animal Político que un ejercicio de transparencia.

El presidente se olvidó que el papel de la prensa, la buena prensa, la que analiza y estudia, es el de incomodar al poderoso.

 

@Olmosarcos_