Tres años sin Moreno Valle: de la toxicidad del poder a la sumisión (I)

Tres años sin Moreno Valle: de la toxicidad del poder a la sumisión (I)
Fernando Maldonado
Parabólica

parabolica.mx escribe Fernando Maldonado 

El viernes 24 de diciembre se habrá cumplido el primer trienio del fin de un proyecto político con la muerte de Rafael Moreno Valle Rosas, gobernador de 2001 a 2017, muerto en 2018 junto con su esposa Martha Erika Alonso Hidalgo y la tripulación del Agusta que se vino abajo en Santa María Coronango, al medio día de esa Navidad.

Con ello, también la caducidad de un periodo que fue inaugurado en el Partido Acción Nacional, en detrimento de la autoridad política y moral que no dejó de ser señalado en distintos tonos y voces por sus liderazgos fundacionales.

Un documento de circulación interna, que nunca vio la luz pública, recoge las opiniones de los diferentes líderes que han pasado por la dirigencia de este partido y que en mala hora decidió acordar alianzas electorales con el PRI, una estrategia coyuntural que en el pasado habría significado una decisión vergonzante.

Se trata de un conjunto de testimonios, algunos de ellos de carácter histórico, como el de Antonio Lezama Surroca, cuyo periodo al frente del PAN corrió de 1985 a 1987; Francisco Fraile García de 1987 a 1995; Ana Teresa Aranda Orozco, de 1995 a 1998; Ángel Alonso Díaz-Caneja, de 1998 a 2001; y Juan Carlos Espina von Roehrich de 2001 a 2003.

Pero también están plasmadas en el texto, de casi 250 cuartillas, las opiniones y conceptos de personajes clave en ese periodo morenovallista, con exdirigentes como Eduardo Rivera Pérez, de 2003 a 2006; Juan Carlos Mondragón Quintana, de 2009 a 2012; y Rafael Micalco Méndez, en dos periodos: de 2006 a 2009 y de 2012 a 2015.

Aunque no existe con precisión la fecha en que terminaron de ser recogidos conceptos y opiniones en torno de la línea de tiempo en que el difunto Moreno Valle Rosas dominó la escena, se puede concluir que ocurrió en 2015.

Un apartado destaca: Francisco Fraile parece prever la derrota del grupo hegemónico en la elección concurrente de 2018, en cuyo proceso jugaron por Acción Nacional, Ricardo Anaya; por el PRI, José Antonio Meade; y por la coalición de izquierda, Andrés Manuel López Obrador.

Ya con una clara división en dos de la cúpula, con un extremo dominado por un conjunto de perfiles liderados por el exmandatario, de clara raigambre priísta; y en el otro extremo, los doctrinarios, Fraile teoriza sobre el futuro inmediato: “Si esta división se ahonda (…) auguro que puede haber algunas derrotas a corto plazo”.

En 2016, habría elecciones en el territorio para elegir de entre dos ofertas: la del morenovallismo, instalado en el cenit del poder con Antonio Gali Fayad; por la otra, con Blanca Alcalá Ruiz, del Partido Revolucionario Institucional; y una figura testimonial por Morena, Abraham Quiroz, además de algunos esquiroles.

“… en el año 16 que hay elecciones para elegir gobernador del estado (…) es la última gubernatura antes de empalmarla con las elecciones federales (…) según nos vaya en la fiesta electoral, vamos a vivir algunas decisiones en función del año (y) 8 meses que durará Gali Fayad (…) hay que estar claros que el que este grupo que domina hoy el poder no puede correr riesgos, por lo menos ellos no lo ven así (…) aunque no necesariamente beneficie al Partido Acción Nacional”.

Lo que sucedió después todos lo saben: Gali Fayad sería el último eslabón, pues Martha Erika Alonso, hecha gobernadora por la decisión de un tribunal, no alcanzaría a ejercer el poder.

 

@FerMaldonadoMX