Parabólica.mx escribe Fernando Maldonado
En tiempo de cínicos, la desesperanza cunde. Suele prohijar componendas e impunidad entre los poderosos, que tanto condenan ciudadanos de bien. Es la historia de nuestra clase política, fuente del enojo y desconfianza evidente.
A esa estirpe obedecen personajes de la picaresca, como Rubén Moreira Valdez e Ignacio Mier Velazco. Los une la Legislatura en turno y algo más… “Ignacio Mier a mí me representa confianza (…) yo creo que es un fuego amigo”, dijo.
Mier es el coordinador de los diputados de Morena, cargo que heredó de otro de la misma clase, Mario Delgado, que como ambos, defiende causas difíciles de explicar porque el sentido común apunta en contrario de la perorata de los poderosos.
El objeto de la defensa de Moreira y Delgado es blanco de investigación en la Unidad de Inteligencia Financiera junto con su socio y director del órgano de propaganda a quien también se le han documentado propiedades inmobiliarias difíciles de esconder, como se documentó en la entrega de la columna de este martes (https://www.parabolica.mx/2021/columnas/parabolica/item/20202-el-casateniente-poblano-de-los-medios).
La defensa de Mario Delgado, el gerente de Morena, es explicable tratándose de su protegido y correligionario. No la de Rubén Moreira, el coordinador de la bancada de legisladores a quienes se le llamó traidores a la patria, tras la frustrada iniciativa de reforma a la industria eléctrica.
No fue nada grato para un conjunto de priístas escuchar la convencida defensa del coordinador tricolor en San Lázaro por el historial de agravios e insultos de los que han sido objeto en el pasado reciente.
Entre ellos estuvo, por ejemplo, el dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, a quien la 4T le busca los pies tras su paso por el gobierno de Campeche como una forma de vendetta luego de la derrota sufrida durante la votación de la llamada #LeyBartlett.
Entraña un misterio la torpeza política de este personaje que antes fue gobernador de Coahuila y que pretende hacer ganar en Hidalgo a su consorte, Carolina Viggiano, para lo que faltan tres domingos.
No es la primera vez que el coordinador de los legisladores priístas lastima honras, orgullos y dignidades de correligionarios y aliados políticos.
El 10 de marzo de 2021 estuvo en la capital poblana para presentar a los candidatos a diputados federales en los 15 distritos de la alianza Va por México, que estaba integrada fundamentalmente por perfiles priístas y panistas.
Entre quienes estaban en esa ceremonia partidista destacaba Ana Teresa Aranda, actual diputada federal por Acción Nacional, y a quien el régimen del panismo de Rafael Moreno Valle hostigó y persiguió.
Frente a ellos, Moreira Valdez lució un discurso fuera de lugar y tiempo, quemó incienso al fallecido pero intolerante mandatario distinguido por su afán de persecución, para quien el lenguaraz legislador tricolor dijo haber sido un “gran gobernador” a quien todos en Puebla echaban de menos.
Moreira deberá ser presa de sus propias palabras. No faltará mucho para ello.
@FerMaldonadoMX