parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
Si las tendencias se confirman en las próximas horas, habrá quedado claro que la dirigencia nacional de Morena y los afines a Mario Delgado deberán marcharse por su inoperancia y sobrada arrogancia.
Durante las últimas semanas, cantaron 6 de 6 en el proceso electoral de este domingo, en un exceso de soberbia política que muy poco honra a quien preside el partido político de mayor crecimiento electoral.
Entre quienes anticiparon carro completo, como no sucedía desde el rancio priato, está el aún aspirante a la candidatura al gobierno de Puebla, Ignacio Mier Velazco, investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera por el presunto delito de lavado de dinero y otras conductas que bien encajan en los delitos de “cuello blanco”.
Ese gesto de sobrada arrogancia quedó plasmado en su cuenta de Twitter, entre otras expresiones que ahora lo colocan en una dimensión más precisa.
A sus 16 mil seguidores retó a una apuesta por el triunfo de Morena y aliados en Durango, Aguascalientes, Tamaulipas, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo.
Al momento de escribir esta columna, en el primer estado la coalición opositora integrada por el PAN, PRI y PRD llevaba delantera con Esteban Villegas sobre Marina Vitela, de Morena, PT, Verde y Redes Sociales Progresistas.
La derrota resulta significativa, porque coloca al arrogante socio de Arturo Rueda, sometido a procesos penales en una celda de Tepexi de Rodríguez, en una doble condición de penuria política.
Mier Velazco es el delegado del CEN de Morena en Durango. Podrá aducir que él no iba en la boleta y tiene razón: en ninguna circunstancia ha tenido que pedir el voto como candidato, porque el derrotero político de Mier ha sido resultado del amiguismo, compadrazgo o dedazo.
Lo que no podrá eludir es el tramo de tropiezos políticos desde que fue llevado a la coordinación de Morena en la Cámara de Diputados, una caja de cristal desde donde se ha potenciado el limitado discurso y, en cambio, exaltado el cinismo del poblano.
Se ha convertido en una vergüenza para la bancada por donde han desfilado tribunos de peso completo, como Porfirio Muñoz Ledo, Pablo Gómez Álvarez y hasta Leonel Godoy, auténticos militantes de la izquierda en el país.
Defensor vergonzante de abusadores sexuales de menores, como Saúl Huerta; socio de un probable extorsionador; empleador de un mando policiaco procesado por ejecutar agentes ministeriales; incapaz operador parlamentario para obtener la mayoría de votos en San Lázaro para la iniciativa de ley en materia eléctrica, ahora suma Mier Velazco la derrota en el estado que se le encomendó.
Las penurias no llegan solas, se sabe. Como dice la máxima: cuando crees que todo puede ir mal, suele ocurrir lo peor, y hasta los enanos tienden a crecer en los circos de la actividad política.
Por el desempeño público del sobrevaluado coordinador de los diputados de Morena y del responsable de que lo hayan puesto ahí, Mario Delgado, deberían ser relevados por inoperantes.
El proyecto político de Andrés Manuel López Obrador no debería estar en manos de un par como quienes, al día de hoy, han resultado deficitarios en la entrega de resultados de sus respectivas encomiendas.
@FerMaldonadoMX