Parabolica.MX por Fernando Maldonado
Nadie hubiera podido imaginar que detrás del estallido de una motocicleta en el estacionamiento del penal de San Miguel, el domingo 22 de noviembre del año pasado, se trataba en realidad de un pernicioso mensaje de un sindicato criminal de enorme poderío político y cuyo principal destinatario era el gobernador Miguel Barbosa.
La trama involucra a un grupo delictivo al servicio del exdiputado federal del Partido Acción Nacional, Eukid Castañón, recluido en el penal de Tepexi de Rodríguez acusado de al menos tres delitos como falsedad de declaraciones, manejo de recursos de procedencia ilícita y extorsión... Y un intermediario.
Se trata de un abogado litigante de nombre Mauricio Flores Castro, que obtuvo los asuntos de mayor relevancia en los periodos de gobierno del PAN, con Rafael Moreno Valle a la cabeza y con Eukid como el hombre de mayor influencia en ese periodo oscuro de alternancia.
El litigante es el responsable de la defensa jurídica del personaje que fue capaz de tejer relaciones con la clase política panista de mayor peso en la escena nacional, incluidos los gobernadores de Querétaro, Tamaulipas y Quintana Roo.
Flores Castro es medio hermano de Roberto Flores Toledano, expresidente del Tribunal Superior de Justicia y en la actualidad magistrado del Poder Judicial, desde donde mueve los hilos de una madeja de intereses políticos y judiciales en una nomenclatura mafiosa anclada a los intereses del pasado.
La permanencia del expresidente en el ámbito de jurisdiccional refleja en toda la extensión la imperiosa necesidad de una reforma de gran calado del Poder Judicial, pues aún con el cúmulo de pruebas que lo ponen como un personero al servicio del dinero y el poder, hasta febrero de 2021 presidió la Comisión de Disciplina del Consejo de Judicatura.
Fuentes bien informadas confirmaron al autor de Parabólica la existencia de un conjunto de sábanas de unos diez teléfonos móviles utilizados por el inquilino del penal de Tepexi de Rodríguez para tramar con sus interlocutores en San Miguel cómo hacer llegar el mensaje en noviembre del año pasado, en el que resultaba involucrado el medio hermano del expresidente del Tribunal Superior de Justicia.
Los vínculos familiares evidentes entre el abogado litigante y Flores Toledano, que permitieron un manejo de información privilegiada de temas de alto impacto sin que el conflicto de interés alterara la asociación, deberían ser motivo suficiente para el sucesor en la Comisión de Disciplina del Consejo de la Judicatura, presidida en la actualidad por Jared Albido Soriano.
Las huellas de los hermanos Flores están a la vista. El primero como funcionario en el periodo de Moreno Valle que defendió los intereses más espurios; el segundo, como el ejecutor del entramado jurídico.
Es en esa condición que han dejado ver su juego, como malos pokaristas: las deficiencias en la defensa del otrora poderoso operador resulta en una coartada para pedir la reposición del proceso, cómo está previsto en la ley, más allá del 2023.
Un nuevo juicio pondría al autor del mensaje dinamitero de noviembre pasado fuera del alcance del brazo de la justicia del gobierno de la Cuarta Transformación.
@FerMaldonadomMX