parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
Son sospechosas las relaciones que posee la candidata a ocupar la presidencia del Instituto Electoral en Puebla, Edith Aranzasú Abad Bazán, próxima a ser entrevistada como parte de la etapa procesal.
Va de ser asistente, ujier y acompañante del imputado de diversos delitos como Eukid Castañón Herrera a funcionaria en el gobierno de Claudia Rivera y colaboradora de Luis Miguel Santibáñez Suárez, quien hasta diciembre de 2021 había sido Secretario Ejecutivo del Instituto Electoral de Oaxaca.
Santibáñez se vio orillado a renunciar por los choques que tuvo con la presidenta de ese organismo, Elizabeth Sánchez González, y que provocaron una profunda crisis institucional en ese Instituto.
Abad Bazán y el exfuncionario electoral en Oaxaca pertenecen a una organización de “observación electoral internacional”, denominada Transparencia Electoral, desde febrero de este 2022.
Es una de las tantas agrupaciones presuntamente apartidistas surgidas en el contexto de la corrosión de los órganos electorales en México.
Las cartas credenciales de Abad Bazán para presidir el órgano garante de los comicios en Puebla en 2024 la convierten en una opción inviable por la poca certeza que significa su postulación, a la luz de los vasos comunicantes con personajes de dudosa reputación.
La coloca, además, en una condición de vulnerabilidad penal por un patrón de conducta exhibido en la entrega de la columna anterior: falsear información a una autoridad.
La muestra más evidente de esa tendencia a esconder basura debajo de la alfombra es la entrevista que hace tres años la llevó a mentir con la existencia de un perfil profesional propio en la plataforma LinkedIn.
Con torpeza evidente, se desmarcó, como se observa en el fragmento de la entrevista alojada en la red de YouTube: https://youtu.be/vWywR6z40I4.
En esa entrevista, Marco Baños la pone en una condición incómoda al describir sus responsabilidades que la vincularon con el exdiputado que ahora duerme en el penal federal en Durango.
“Dice que las actividades que tú desempeñabas era el manejo de agenda, la priorización de citas, la organización de los pendientes, elaboración de logística, optimización del tiempo, manejo de fondos, comprobación de gastos, seguimiento de reuniones, elaboración de minutas”, machacó el exintegrante del Consejo General del INE.
La respuesta de la exparticular de Castañón Herrera fue: “No… jeje, la verdad… este”.
Recordó el entrevistador la coincidencia improbable de la existencia de una persona con el mismo nombre y foto en el perfil alojado en LinkedIn, pero que no fuera la entrevistada.
Al final de la entrevista, indicó, “te damos una copia” de la descripción que de sí misma que dijo desconocer. Después, la despidieron.
No sólo mintió en 2019 cuando se postuló para un asiento en el Instituto Electoral en el vecino estado del sur, sino en el proceso para el que se inscribió en Puebla.
Entre la comunidad de abogados en materia comicial es sabido que el alto puntaje que alcanzó en el examen de oposición para acreditar solvencia en conocimientos en el campo de los comicios, hubo un amanuense con suficiente expertiz que despacha en la Presidencia del Instituto Electoral del Estado.
La mentira no se puede sostener, menos en un periodo en el que todo es sujeto de escrutinio, y está visto.
Revisa la primera parte de esta columna en: https://www.parabolica.mx/2021/columnas/parabolica/item/41034-iee-la-iglesia-en-manos-de-lutero
@FerMaldonadoMX