parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
Crípticos como son los hombres del poder, será difícil saber si el secretario de Gobernación de la Cuarta Transformación, Adán Augusto López Hernández haya tenido la cortesía política de comunicar de su visita a Puebla este domingo, a su correligionario y gobernador, Miguel Babosa.
Profesionales del ejercicio de la política, deben saber y entender que hay reglas no escritas inquebrantables que continúan vigentes. Esa es una de las que mejor dibuja a quienes tienen una alta responsabilidad pública en aras de mantener la cordialidad política que abona al equilibrio y gobernabilidad en un país que pende de hilos por la polarización de la discusión pública.
Difícil imaginar a la ministra en retiro, Olga Sánchez Cordero como titular de Gobernación de visita en Tabasco a hurtadillas, en el lapso en el que su sucesor en el viejo palacio de Covián mandató en ese estado del país en el periodo de enero de 2019 a agosto del año pasado, antes de que su paisano lo llamara a conducir la política interna del país.
Sobre todo para saludar y degustar un pejelagarto como platillo principal con Octavio Romero, director de Pemex en tiempos oficiales, pero adversario del inquilino de Gobernación en tiempos libres.
La descortesía no encaja en la conducta de funcionarios o legisladores de altos vuelos porque en contrario, sería considerado una afrenta por incumplir las mímicas reglas de la convivencia democrática a la que están obligados.
Barbosa cumplió con ese rito en su conferencia de prensa matutina: “yo tengo mucho respeto por lo que hace el secretario de Gobernación Adán Augusto (López Hernández) y lo dejo claro: bienvenido cada vez que venga a Puebla”.
Previo a la elección de 2021 estuvo en la zona metropolitana el presidente del Senado de la República, Ricardo Monreal para participar de un encuentro privado con la entonces candidata de Morena al gobierno del estado de Tlaxcala, Lorena Cuéllar. El mandatario poblano fue informado, como dictan las reglas de la cortesía vigente aún en el país.
Lo mismo ha sucedido con el Canciller, Marcelo Ebrard Casaubón, primero en febrero y luego en abril de este 2022, como parte de las actividades oficiales del funcionario federal.
En su segunda visita, más politizada que la primera, el aspirante a la candidatura a la Presidencia dijo a través de su cuenta de Twitter haber estado con Barbosa en Casa Aguayo.
“Durante la visita a Puebla tuvimos oportunidad de saludar a Miguel Barbosa y a su esposa María del Rosario Orozco Caballero. Fue un grato encuentro. Gracias gobernador” escribió Ebrard.
La cortesía política no es inherente al coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier Velazco porque en sus códigos de conducta no está la honorabilidad ni decencia.
Nada se puede esperar de un político capaz de defender abusadores sexuales, nombrar candidatos de dudosa reputación o de convidar a un aspirante a la candidatura presidencial y secretario de Gobernación para intentar destruir a quien sirvió como coordinador de Propuesta de Gobierno en la campaña de 2019.