parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
La historia está en manos de los columnistas de la fuente política en la Ciudad de México desde hace días. Involucra a los funcionarios y legisladores del más alto nivel en cuya trama, quedó en medio el poblano Alejandro Armenta Mier.
El hilo conductor de ese episodio es fractura existente entre el coordinador de los senadores del Movimiento de Regeneración Nacional, Ricardo Monreal Avila con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La pináculo de la trama ocurrió en el largo y turbulento día de la elección del presidente de la mesa directiva en el Senado de la República en la que inesperadamente, el zacatecano Monreal obtuvo 51 votos del ala opositora a la 4T.
Durante el largo proceso electivo en la Cámara Alta, el senador por Puebla mantuvo comunicación constante con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, vigilante a distancia del proceso, desde la vieja casona de Covián.
Pidió al candidato a presidir el Senado de la República a no desistir y resistir. Un pasaje ignoto hasta estos días, a partir de una lectura simplista sugería que la posición que ahora ocupa es una cuota a Ricardo Monreal, que con el paso de los días cae conforme se va revelando la narrativa de lo realmente sucedido.
Días antes había habido una cena en la que participaron los líderes de los partidos de la oposición al proyecto del presidente López Obrador, entre quienes también participó el veracruzano Dante Delgado Rannauro, de Movimiento Ciudadano.
Monreal dijo que sus días estaban contados, la ruptura con López Obrador era insalvable y que las cartas ya estaban sobre la mesa de la real política. Los caminos de no y otro iban por trayectorias diferentes.
Ahí recibió el apoyo de los líderes partidarios y la primer prueba es que lo harían su candidato para ocupa la Presidencia del Senado y para ello sacrificarían a quien se perfilaba como el candidato con mayor fuerza, por sobre el también zacatecano José Narro Céspedes, el poblano Armenta.
Comenzó entonces un juego de vencidas entre la Presidencia de la República y quien conduce los hilos de la política interna que encontró en el poblano al dique que permitió contener la ofensiva de la oposición en la cancha senatorial.
Ese pasaje explica la hasta entonces conducta errática en la Cámara de Senadores en la sesión de pleno del último día del mes de agosto, previo a la instalación del periodo ordinario el 1 de septiembre.
Quienes habían leído con una visión elemental y simplista que Monreal se había salido con la suya al colocar a su candidato en la silla de presidente de la mesa directiva, fallaron pues el pasaje de esa reunión de la oposición con el coordinador de los senadores de Morena primero, y la comunicación entre Adán Augusta y Armenta estaba vedada al escrutinio.
El contexto cambiante de la política en esos vuelos es inasible y, también, cambiante. La modificación a partir del reacomodo de fuerzas políticas es la constante, lo que dificulta el entendimiento para quien suele mantener una visión lineal.
Adelantar vísperas es riesgoso porque en ello, suele caer en el yerro.
@FerMaldonadoMX