parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
La mañana del viernes, cuando el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, y el de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, ingresen a las 9 de la mañana junto con el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, al pleno de la Cámara de Diputados, se habrá marcado un hito en la historia.
Las razones son varias y en distintas direcciones, todas apetecibles para futurólogos, analistas y para la comidilla política en general, tan proclive a no dejar pasar hasta lo más obvio en la escena de enfrente.
La primera es que en la historia política de Puebla, nunca un secretario de Gobernación federal había estado en una mesa de trabajo con los distintos grupos parlamentarios que integran el Legislativo, y menos en compañía de un general secretario de la Defensa Nacional.
No sólo eso, sino también salta a la vista que la estancia por unas dos horas frente a los integrantes de la LXI Legislatura estarán acompañados de uno de los parlamentarios mejor preparados para esos menesteres, como el propio titular del Ejecutivo, curtido en los debates en San Lázaro y el Senado de la República.
Dueño de una bien pulida técnica legislativa y sólidos recursos para la oratoria, los visitantes en el Congreso de Puebla estarán arropados por el mandatario poblano que permita contener embestidas similares a las que padeció la víspera el titular de la Defensa Nacional en el Senado, en ocasión de la comparecencia de la secretaria de Seguridad Pública y Seguridad Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez.
Previamente, la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, en la que está representada la pluralidad política de la escena local, aprobó la minuta sobre la reforma al Quinto Transitorio para permitir que las fuerzas amadas se mantengan en las calles hasta el año 2028.
Se prevé haya reticencia en la bancada del Partido Acción Nacional, convertido en el único partido dispuesto a asumir el papel opositor, como en toda sana democracia, frente a la omnipresencia de la llamada Cuarta Transformación.
No resultará extraño que la decisión de abstenerse del grupo legislativo coordinado por el panista Eduardo Alcántara haya una línea con la dirigencia nacional, encabezada por Marko Cortés.
La premisa opositora ha sido no dejar pasar las propuestas legislativas presidenciales y en esa lógica han moviendo sus fichas, sin éxito hasta el momento, debido a la insuficiencia de votos en los ámbitos legislativos.
El trabajo de tejido fino en el que está inmerso el coordinador de Morena en el Congreso, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, deberá producir un resultado deseable para el propósito presidencial.
El viernes por la tarde, luego de ese encuentro sin precedente con los dos más poderosos secretarios de despacho del presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Barbosa, será convocada una sesión ordinaria de pleno en un día completamente atípico.
Si la iniciativa de Reforma Constitucional que ha alimentado el debate público en el país en las últimas semanas alcanza mayoría en el legislativo local, será el sexto de los estados en aprobar la reforma, luego de la Ciudad de México, Oaxaca, Sinaloa, Campeche y Chiapas.
Todos esos factores permitirán prever que sin mayor contratiempo, la 4T de Puebla le habrá cumplido a Andrés Manuel López Obrador, presente al día siguiente, el sábado, en Huehuetlán El Chico, en la Mixteca poblana, para cumplir a los poblanos de esa región con la inauguración de infraestructura hospitalaria y espacios culturales.
Amor con amor se paga.
@FerMaldonadoMX