Piso 17 escribe Álvaro Ramírez Velasco
En todos los casos oscuros, como la extraña, inconsistente y hasta anticonstitucional defensa que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha hecho de la persona y hasta del peculio del morenovallista Jorge Aguilar Chedraui, hay hebras percudidas y calientes que, una vez que se jalan, llevan inexorablemente al bulto enmarañado de una madeja.
Llama muchísimo la atención que en la Recomendación 75/2021 de la institución que tan mal -es denuncia generalizada y esta calificación aparece en muchos trabajos periodísticos- dirige Rosario Piedra Ibarra, no solamente se demande una disculpa al exsecretario de Salud de Rafael Moreno Valle Rosas, sino que también se busque inconstitucionalmente suprimir trabajos periodísticos en varios medios, pero, sobre todo, se persiga una ganancia económica.
Los voceros de JACH -para abreviar- subrayan y defienden el pago que, se supone, se debe hacer y que acrecentará su peculio. Pareciera que llevan comisión de éste.
También llama muchísimo la atención el contexto interno actual de la CNDH, en donde un personaje se ha erigido como el verdadero mandamás de la institución, cuyo perfil es más el de un operador político que el de un defensor de los derechos humanos.
Se trata de Francisco Estrada Correa, secretario Ejecutivo, a quien plumas destacadas de medios de comunicación que se editan en la Ciudad de México, y en varios estados, consideran el verdadero poder detrás de Piedra Ibarra; una suerte de “vicepresidente de facto”.
Se trata de un lopezobradorista que, sin embargo, tiene como origen en la vida pública su filiación priísta en su natal Querétaro.
Entre sus operaciones destacan la conversión de varios priístas al Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Querétaro; su cercanía con Paco Ignacio Taibo II; su simpatía por el monrealismo; que haya sido asesor legislativo en la Asamblea (hoy Congreso) de la Ciudad de México; sin embargo, aseguran, siempre ha dejado aflorar su enseñanza tricolor.
“Él sería un ejemplo de los viejos operadores políticos del PRI. El perfil es muy específico. Son gente brillante, con muchas conexiones políticas, conocen los secretos de todo mundo… Es priista de toda la vida y fue sin duda en Querétaro el promotor o el operador para que se transformara el PRI a Morena…”, dijo Juan Martín Pérez, director Ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) a “Reporte Índigo” en septiembre de 2020, para el reportaje “CNDH en manos ajenas, lejos de autonomía”.
De Francisco también ofrece una radiografía completa el columnista Israel Mendoza P., en su espacio “Dobleces”, en el portal “Exilio”, con el título “Visitadurías lapidadas”.
Una fuente de la CNDH, que ofrece muchos datos sobre su comportamiento, asegura que, en Querétaro, Estrada tiene ligas sólidas con los exgobernadores panistas Francisco Garrido Patrón y Francisco Domínguez Servién. Sí, panistas. PRI, PAN y Morena. Una mezcla interesante.
A Francisco Estrada Correa, personas que trabajan en la CNDH, atribuyen la redacción de la Recomendación 75/2021 contra el Gobierno de Puebla, y descaradamente sesgada a favor del panista JACh.
@Alvaro_Rmz_V