Piso 17 escribe Álvaro Ramírez Velasco
Entre concertacesiones, graves errores de la dirigencia y guerras intestinas ácidas y estériles, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ha puesto en riesgo su joven hegemonía, la que podría astillarse en los muy próximos procesos electorales.
Hasta diciembre del año pasado, nadie dudaba que el lopezobradorismo (Morena, PT y PVEM) ganaría sin contratiempos al menos cinco de las seis gubernaturas en disputa.
La excepción es Aguascalientes, en donde el panismo, que se ha reforzado con la alianza opositora, ha tenido siempre una amplia ventaja.
Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Oaxaca y Tamaulipas, con sus especificaciones locales, se veían desde fuera con ventaja para los partidos del Presidente.
Sin embargo, al llegar al primer trimestre del año, las cosas se han movido.
En Hidalgo, el PVEM anunció que irá en solitario y abandonó ya la alianza con PT y Morena. Eso les podría costar entre 6 a 8 puntos.
La salida de los verdes no sería tan dramática, de no ser porque la coalición que conforman PRI, PAN y PRD, está apenas 10 puntos abajo, en promedio, del candidato lopezobradorista, el senador Julio Ramón Menchaca Salazar.
La abanderada del prianismo en tierras hidalguenses es la secretaria general del tricolor, Alma Carolina Viggiano Austria, quien ha comenzado a entusiasmar.
Es además la esposa de Rubén Ignacio Moreira Valdez, el coordinador de los diputados federales del Grupo Parlamentario priísta.
En los días clave de la negociación por la Reforma Eléctrica, prioridad del presidente López Obrador, quien necesita de los votos del PRI para que se apruebe, la duda de una concertacesión, al estilo salinista, es genuina y obligada.
Pachuca bien vale una reforma, parafraseando el “París bien vale una misa”.
Otro frente en que el morenismo se ha debilitado es Durango. Ahí, las bases lopezobradoristas están partidas, por la disputa agria y desgastante que se vivió por la candidatura que, para cumplir la cuota de género, fue entregada a Alma Marina Vitela Rodríguez, alcaldesa con licencia de Gómez Palacio, quien incluso en alguno de sus actos recibió huevazos y rechiflas de los militantes de su propio partido.
Ahí también falló, como lo ha hecho repetidamente, el presidente de nacional de Morena, Mario Martín Delgado Carillo, quien ha demostrado ya muchas ocasiones su impericia política.
Este mismo lunes, el Tribunal Electoral del Estado de Durango (TEED) la ratificó y desechó la impugnación del senador José Ramón Enríquez Herrera, quien en las próximas horas anunciará su ruta jurídica.
Ese pleito ha fortalecido a la alianza opositora en el estado en que el delegado del CEN de Morena es el poblano Moisés Ignacio Mier Velazco, quien por cierto no se ha ido a parar por allá, justo cuando debiera estar operando la reconciliación de sus bases.
De confirmarse los nuevos pronósticos, Morena y sus aliados perderían tres de las seis elecciones a gobernador y gobernadora.
Es muy pronto para tantos fracasos. La hegemonía apenas se estaba reafirmando.
Habrá, sin duda, consecuencias.
@Alvaro_Rmz_V