Piso 17 escribe Álvaro Ramírez Velasco
Puebla ocupa el último lugar en cobertura de vacunación, está al final en la lista de la repartición de biológicos que entrega el Gobierno de México.
Aunque en la última semana subió siete puntos porcentuales, para colocarse en 37, está muy por debajo de la media nacional, que es de 61 por ciento de aplicación de vacunas a la población de 18 años y más, y abismalmente detrás de la Ciudad de México, que lidera este registro con 91 por ciento.
El tema evidencia un fenómeno que ha estado a la vista todo este tiempo, dese 2018, cuando llegó la Cuarta Transformación (4T) a la administración federal y al Congreso de la Unión, pero que ahora se comprueba con cifras: los funcionarios federales delegados en nuestra entidad y los legisladores, diputados federales y senadores han resultado inútiles para defender los intereses de los poblanos.
¿Por qué ellos y por qué se evidencia en este lamentable último lugar de Puebla en la vacunación?
Sencillo, porque es su responsabilidad presionar para que nuestro estado reciba la misma atención que otros, y porque han fallado contundentemente.
Los funcionarios federales que están delegados en Puebla, encabezados por Rodrigo Abdala Dartigues, encargado local de los Programas de Bienestar, han demostrado su inutilidad.
Son tan duros los adjetivos que se le endilgan al sobrino político de Manuel Bartlett Díaz -que ya dejará pronto ese cargo-, que quienes escriben sobre él pareciera que lo hacen en tono visceral y personal, pero no. Rodrigo se ha ganado de sobra la calificación de inútil y de ser un fantasma que nada arregla y que para nada sirve.
No es descalificación en su caso es descripción. Las ocasiones que se le encargó la vacunación a él y a sus subordinados, más metidos en temas políticos que en su trabajo, fueron un fracaso.
Afortunadamente, vino el gobierno estatal a solucionar las cosas y con más éxito y fluidez, en unos sitios que en otros, ha venido sacado adelante la inoculación de los poblanos de todo el estado.
A pesar de este esfuerzo del gobierno de Miguel Barbosa Huerta, Puebla sigue rezagado porque no hay quien dé la cara, quién defienda suficientemente a los habitantes de la entidad, en el contexto del gobierno lopezobradorista.
Recién el pasado 20 de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó a la secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, como coordinadora del Programa Nacional de Vacunación en Puebla.
Y recién entonces comenzaron a componerse las cosas, luego de que el gobernador anunció también su comunicación directa con ella.
En la turba de inútiles que no ven por el estado y sus habitantes, o que tienen agendas muy alejadas de los ciudadanos de nuestro estado, se debe contar a los 22 diputados federales y los cuatro senadores por Puebla.
Los diputados representan a los ciudadanos, pues los ciudadanos necesitamos vacunas en Puebla.
Los senadores representan a las entidades y a sus intereses, y la entidad y su gobierno requieren de apoyo y respaldo.
Son ellos y ellas, desde sus posiciones, quienes han dejado sola a Puebla, a su gobierno estatal y a sus habitantes.