La celebración fue en Casa Puebla, el recinto que recién inauguró para el disfrute de las familias poblanas y que antes fue símbolo de poder y ostentación de gobiernos anteriores.
En el día uno del tercer año de ejercicio de gobierno, Miguel Barbosa refrendó su compromiso por la pluralidad y el clima de libertades de las que todos los sectores gozan.
Fue en una comida convocada en Casa Puebla, el recinto que recién inauguró para el disfrute de las familias poblanas y que antes fue símbolo de poder y ostentación de gobiernos anteriores.
En un auditorio lleno de presidentes municipales de cabeceras de 19 distritos y diverso signo partidista; legisladores convidados, incluso considerados contrarios a su gestión como Edgar Garmendia y Carlos Evangelista de Morena, el gobernador dijo que la pluralidad es compromiso al que “todos debemos contribuir”.
La convocatoria se amplió en las últimas horas. Todavía el fin de semana estaba considerada para unos cuantos, sin embargo se decidió ampliarla hasta llenar el lugar.
Y es que nunca el chile en nogada miahuatleco con relleno deshebrado, maridado con vinos rosado y tinto tuvo un ingrediente adicional: el triunfo en la elección interna de Morena que permitió al grupo del gobernador Barbosa convertirse en el factor dominante.
No obstante, Barbosa evitó en su pieza oratoria hacer alguna alusión al proceso de su partido, del que aún quedan resabios en el ámbito político.
En cambio habló del inicio y fin que deben tener los políticos, de su relación con los gobiernos municipales, sin presiones y reiteró que desde el primer día de gobierno, el 1 de marzo de 2019, ya se tenía un plan de trabajo. “Sabemos a donde vamos”, dijo de buen humor.
Vaticinó lo que sucederá el último año de su gobierno: en diciembre de 2024 todos los compromisos estarán liquidados. Propios y extraños aplaudieron.