Ewan McGregor retorna al papel del Caballero Jedi en el espacio de Disney+ dirigido por Deborah Chow, donde ahora él se hace llamar Ben y se oculta en el planeta Tatooine. Pero debe salir de las sombras por un importante rescate.
“Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana…” es la frase que en pantalla comenzó a escribir la extensa historia audiovisual de Star Wars. La misma que surgió hace 45 años y continúa con Obi-Wan Kenobi.
La nueva serie del universo ideado en los 70 por George Lucas y que a lo largo de las décadas sumó películas, libros, cómics, videojuegos, programas -entre ellos animados- y espacios para el streaming.
Entre ellos títulos que ya probaron su éxito, como The Mandalorian, y los que están por venir, como Andor. Un último grupo de frescas miradas al que se suma la producción encabezada por Ewan McGregor.
Donde el actor retoma el papel que interpretó en La amenaza fantasma, El ataque de los clones y La venganza de los Sith, en un total de seis episodios que se ambientan 10 años después de los hechos de esta última cinta.
En una apuesta por la nostalgia y el fanatismo indeclinable que genera la saga espacial, que fue proyectada hace ya varios años y que llegó a Disney+ bajo la dirección de Deborah Chow en una doble entrega.
La cual muestra al espectador, a modo de recordatorio, cuando un joven Obi-Wan tomó bajo su guía al supuesto elegido, Anakin Skywalker, pero este terminó siendo seducido por el lado oscuro de la Fuerza.
A lo que siguió la destrucción de los Caballeros Jedi por parte del Imperio bajo la Orden 66, lo que llevó a Obi-Wan a refugiarse en el planeta Tatooine, donde se mueve entre las sombras con el nombre de Ben.
Lugar en que subsiste como trabajador del matadero, mientras vigila a lo lejos a Luke, quien vive con su tío Owen (Joel Edgerton) en la granja familiar. Y lo más importante: se esconde de los Inquisidores.
El grupo que rastrea y elimina a los Jedis y que en Tatooine es liderado por el Gran Inquisidor (Rupert Friend) e incluye a la despiadada Reva Sevander (Moses Ingram), que solo quiere hallar a Kenobi.
Pero este último deja su retiro cuando el Senador Organa (Jimmy Smits) le pide ayuda para encontrar a su pequeña hija, la princesa Leia (Vivien Lyra Blair), a quien raptaron por órdenes de Reva.
Así Obi-Wan emprende viaje hacia Daiyu, donde conoce a Haja (Kumail Nanjiani), un estafador que se aprovecha de la mística Jedi. Sin embargo, otro personaje es quien lo atormenta: Anakin o Darth Vader.
En el prometedor inicio de otro capítulo de Star Wars en pantalla, con McGregor encarnando a Obi-Wan por un camino marcado por el suspenso y las espadas láser, además de su mayor fracaso.