En un aparente incidente de último minuto, el pontífice no lideró el servicio de fin de año en el Vaticano y lo dejó en manos de un cardenal.
El papa Francisco terminó el año asistiendo al servicio de fin de año en el Vaticano, en el que elogió a quienes respondieron a la pandemia de covid-19 con responsabilidad y solidaridad en lugar de con una actitud individualista.
Francisco no lideró el servicio como se esperaba, dejándolo en manos de un importante cardenal del Vaticano.
La Santa Sede no explicó por qué se hizo el cambio, aparentemente a último minuto porque el programa decía que Francisco, de 85 años, iba a liderar la ceremonia.
Francisco, que entró sin ayuda y parecía estar en buenas condiciones, estuvo sentado durante la mayor parte del servicio. Luego caminó hasta un podio y leyó su homilía, en ambos casos sin dificultad aparente.
El año pasado, Francisco tuvo que saltarse el servicio debido a un ataque de ciática que le causa dolor en una pierna.