"Diseñar una vacuna con esta variante podría dar protección cruzada contra otras variantes”
Estudios realizados por científicos de Sudáfrica apuntan a que los anticuerpos que se generan para combatir la variante del coronavirus descubierta en este país africano (501Y.V2) protegen también contra las variantes previas y, probablemente, contra las que están surgiendo en otros lugares.
El descubrimiento, basado en análisis de plasma, supone una noticia especialmente positiva por permitir pensar, según afirmaron hoy los expertos sudafricanos, que una vacuna creada específicamente contra la variante 501Y.V2 podría ser suficiente para tener protección cruzada frente a la covid-19.
"El plasma recogido de personas infectadas con 501Y.V2 tiene buena actividad neutralizante (contra la propia variante) y también contra los virus de la primera ola y potencialmente contra otras variantes de preocupación", anunció este jueves el profesor Tulio de Oliveira, durante un seminario virtual organizado por el Gobierno de Sudáfrica.
Los anticuerpos generados naturalmente por el cuerpo humano al hacer frente a la variante dominante en Sudáfrica han dado buenos resultados, hasta la fecha, contra la mutación hallada en Brasil y contra los tipos de coronavirus que circulaban a comienzos de la pandemia.
"Diseñar una vacuna con esta variante podría dar protección cruzada contra otras variantes, puede dejar al virus sin capacidad de maniobra. Para nosotros esto es increíble", celebró en el mismo encuentro virtual Alex Sigal, del African Health Research Institute (Instituto de Investigación de Salud Africano).
Los especialistas sudafricanos enfatizaron también que la mayoría de las grandes compañías farmacéuticas que lideran la vacunación, como Moderna, Pfizer, AstraZeneca y Johnson & Johnson, trabajan ya en soluciones específicas para la variante descubierta en Sudáfrica.
En concreto, las que podrían estar listas más pronto son las vacunas basadas en ARN mensajero (Moderna y Pfizer).
Hasta la fecha, la variante 501Y.V2 ha sido detectada en 48 países de todo el mundo.
Fue identificada por primera vez en diciembre pasado por los científicos de Sudáfrica y, aunque no reviste más gravedad que los SARS-CoV-2 iniciales, es un 50 % más contagiosa.
Sin embargo, el gran problema de la 501Y.V2 es que se ha mostrado más resistente a las vacunas diseñadas hasta ahora.