Los resultados de todas las muestras positivas se confirmaron además mediante un sistema RT-qPCR
Un nuevo estudio realizado por el Área de Microbiología de la Universidad de Burgos (UBU), en España, confirmó la presencia de COVID-19 en Brasil un mes antes que en Wuhan, China, según confirmó este martes la institución académica a través de un comunicado.
La investigación, realizada en colaboración con la Universidad Federal de Santa Catarina, se focalizó en el análisis de las aguas residuales de la localidad brasileña de Florianópolis. Se trata de la primera descripción de la presencia de ARN del virus a nivel mundial.
Estos resultados señalan que el SARS-CoV-2 probablemente circulaba sin ser detectado en Brasil desde noviembre de 2019, casi dos meses antes del primer caso notificado en el continente americano (21 de enero de 2020), y un mes antes de la notificación de los primeros casos clínicos en la ciudad de Wuhan.
El estudio coordinado por David Rodríguez Lázaro, de la Universidad de Burgos, fue publicado por la revista Science of the Total Environment el lunes 8 de marzo, y afirma que el virus se detectó mediante diferentes sistemas de RT-qPCR recomendados por el Centro Para el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y las autoridades europeas.
Los resultados de todas las muestras positivas se confirmaron además mediante un sistema RT-qPCR diferente en un laboratorio independiente y mediante el análisis de secuenciación de la muestra de agua residual.
La relevancia de este estudio radica en que se trata de la primera detección de la presencia de ARN del virus SARS-CoV-2 a nivel mundial, el 27 de noviembre de 2019, implicando además la presencia y circulación del virus en el continente americano al menos desde esa fecha.
Asimismo, pone de manifiesto la presencia y posible circulación del virus antes de la notificación oficial de los primeros casos clínicos de COVID-19 en la ciudad de Wuhan, China informados a la Organización Mundial de la Salud a finales de diciembre de 2019.
La investigación pone de manifiesto también el enorme interés que tiene la monitorización de la presencia del virus SARS-CoV-2 en aguas residuales, como herramienta de alerta temprana no invasiva para la evaluación de la tendencia de contagios por COVID-19.