Algunos habitantes estadounidenses han señalado que programaron citas en otros estados
En Estados Unidos, la relajación de los requisitos para alentar la vacunación contra COVID-19 ha sido aprovechada por turistas dentro y fuera del país.
Desde que inició la pandemia, miles de estadounidenses que no habían logrado obtener una cita para vacunarse en ciudades muy pobladas, o donde aún no son elegibles, recurrieron a hacer una cita en un estado aledaño y viajan por horas para recibir una dosis del biológico.
Algunos habitantes estadounidenses han señalado que programaron citas en otros estados. En Ohio, uno de los estados que publica la estadística de residencia, 100 mil de los tres millones de personas vacunadas no son de la entidad.
Al cierre de marzo, un tres por ciento de las vacunas aplicadas en las Islas Vírgenes fue a estadounidenses que viajaron ahí de vacaciones.
Desde el 11 de marzo, las islas empezaron a aplicar vacunas a todas las personas mayores de 16 años, algo que fue aprovechado por estadounidenses en cuyos casos aún no podían aplicarse la vacuna.
El motivo por el que muchos estados ampliaron la vacunación sin presentar documentos de residencia es para alentar a los migrantes indocumentados que podrían estar renuentes a recibir la vacuna o no podrían obtenerla si se les pide alguna identificación.
De acuerdo con medios estadounidenses, ha habido un flujo de personas ricas, sobre todo mexicanas y canadienses con doble ciudadanía, viajando hacia Estados Unidos, así como la amplia difusión de consejos en redes sociales y grupos de WhatsApp de ciudadanos que se organizan para ir y ser inoculados.