Sola en un banco de la Capilla de San Jorge, Isabel II asistió al funeral del hombre que amó durante 73 años y fue su “fuerza y apoyo”
La reina Isabel II, se sentó sola en la capilla de San Jorge. A su izquierda, el príncipe Andrés, la Princesa Ana, y el vice almirante Timothy Laurence frente al féretro del Duque de Edimburgo (AP)
Se sentó sola en la capilla de San Jorge para despedir al hombre con el que había compartido 73 años de su vida. Secó sus lágrimas mientras el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, oficiaba la ceremonia y el coro interpretaba el Salmo 104 con la música de William Lovelady, que el príncipe había pedido para su funeral.
La reina Isabel, de riguroso luto y afligida por el dolor, inclinó la cabeza haciendo una reverencia frente al féretro del su marido, Felipe de Edimburgo.
Un día antes había decidido recordar a su leal compañero, a “su roca” como le decían dentro de la familia real, con una foto íntima de sus años felices. “La reina desea compartir esta fotografía privada tomada con el duque de Edimburgo en la cima de los Coyles of Muick, Escocia, en 2003”, decía la leyenda de la publicación en Instagram.