Biden ha cumplido varios de sus principales compromisos de campaña sobre cambio climático y economía
Mientras cumple sus primeros 100 días en el cargo, el énfasis del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en controlar la pandemia del coronavirus parece haber dado resultado: Ha cumplido casi todas sus promesas de campaña relacionadas con el virus.
Biden ha cumplido varios de sus principales compromisos de campaña sobre cambio climático y economía. Pero algunas cuestiones han resultado más difíciles para su gobierno, como la inmigración, donde Biden trata de encontrar la forma de conseguir las reformas prometidas ante un brusco aumento de los menores no acompañados que intentan cruzar la frontera. Algunos de sus objetivos requieren acciones del Congreso.
A continuación, cómo marchan algunas de las principales promesas de Biden:
INMIGRACIÓN
— Elevar el límite de refugiados a 125,000, por encima de la cifra de 15,000 fijada por el expresidente Donald Trump.
No está ni siquiera cerca. La Casa Blanca primero dijo que mantendría el límite de 15,000 de Trump debido a “preocupaciones humanitarias”. Tras protestas de los demócratas, el gobierno cambió de parecer y dijo que Biden aumentaría el límite récord fijado por Trump, aunque probablemente no hasta los 62,500 previstos antes. Es probable que el número de personas admitidas este año esté más cerca de 15,000.
— Enviar recursos humanitarios a la frontera y fomentar colaboraciones público-privadas para gestionar el aumento de migración en la zona.
Sí, pero, ¿es suficiente? El Departamento de Seguridad Nacional ha desplegado a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) para ayudar a gestionar la crisis por el aumento de llegadas a las frontera, y Biden firmó un decreto pidiendo a los funcionarios que prepararan planes para utilizar recursos humanitarios. Aún no ha establecido nuevas colaboraciones público-privadas.
El mayor número de menores no acompañados jamás registrado en la frontera abarrotó los centros de Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus iniciales en inglés) y provocó una búsqueda apresurada de alojamientos temporales en centros de convenciones, bases militares y otras grandes instalaciones.
— Reformar el sistema de asilo de Estados Unidos.
Incompleto. Biden firmó un decreto en febrero ordenando a sus funcionarios que diseñaran una estrategia de inmigración que incluyera a refugiados y solicitantes de asilo. Biden ha prometido presentar un nuevo sistema “humano” de asilo, pero ni él ni su equipo han dado plazos ni detalles concretos. Ha eliminado algunas medidas introducidas por su predecesor, como un requisito de que los nuevos solicitantes de asilo esperen en México. Pero ha mantenido la polémica política de la era de Trump que permite al CBP expulsar a inmigrantes irregulares para evitar contagios de COVID-19. Biden tampoco ha presentado un plan para gestionar los flujos migratorios, más allá de proponer que se inviertan miles de millones de dólares en corregir las causas de la emigración en Centroamérica.
— Presentar una amplia ley de reforma migratoria ante el Congreso en sus primeros 100 días.
Hecho.
— Poner fin a las restricciones a viajar a personas de varios países de mayoría musulmana.
Hecho.
— Revocar los amplios criterios de deportación de inmigrantes empleados durante el mandato de Trump y volver al principio empleado por Barack Obama de priorizar las deportaciones de inmigrantes que suponen un riesgo de seguridad nacional, seguridad de fronteras o salud pública.
Hecho.
— Detener el financiamiento y la construcción del muro fronterizo.
Hecho.