La reina será enterrada junto a su difunto esposo, el príncipe Felipe
El Reino Unido e invitados de varias partes del mundo, se despidieron este lunes de la reina Isabel II en un funeral de Estado que reunió a presidentes y reyes, príncipes y primeros ministros, así como hasta un millón de personas en las calles de Londres.
El ataúd de la reina Isabel II fue llevado en un carruaje de armas desde la Abadía de Westminster para una última procesión por el corazón de Londres.
El féretro fue transportado a Windsor, en las afueras de la capital británica, donde la reina será enterrada junto a su difunto esposo, el príncipe Felipe, quien murió el año pasado.
El rey Carlos III y otros miembros de la realeza marcharon detrás del ataúd hacia Wellington Arch en Hyde Park Corner. Miles de personas le dieron el último adiós durante el trayecto.
Tras el funeral se celebraron dos minutos de silencio seguidos por el himno nacional y una pieza de gaita, antes de que el ataúd iniciara una procesión, escoltado por unidades militares con traje de gala y los hijos de la reina caminando detrás, hasta el arco de Wellington cerca del Palacio de Buckingham.