En entrevista con Parabolica.MX, habló de la situación que impera en la ciudad y su arraque como alcalde
Sé que el bono democrático tiene fecha de caducidad, no tenemos una “varita mágica” para resolver las cosas de la noche a la mañana en una ciudad “descuidadona” dice el nuevo gobernante en la capital, Eduardo Rivera Pérez en una entrevista este fin de semana, apenas unas horas después de haber asumido el cargo.
Admitió que el plazo de 120 días que se autoimpuso para comenzar a entregar cuentas es una carrera de velocidad, para lo cual, dijo estar preparado para llegar a la meta.
“… vamos a hacer todas y cada una de las cosas que anunciamos. Hay condiciones y sabemos hacerlo; requiere trabajo, dedicación y tenemos un gran equipo”, responde apenas unos minutos después de haber tomado una podadora para comenzar a coartar pastos en el bulevar 5 de Mayo, como una señal del nuevo dinamismo que tendrá el naciente gobierno.
Confirmó que habrá ordenamiento comercial para frenar el ambulantaje desbordado en el Centro Histórico, que por lo pronto dio una tregua este fin de semana.
¿Es una posibilidad de que abras un clóset y aparezca un cadáver, o la basura debajo de la alfombra?
Estoy muy enfocado en darle respuesta a la sociedad, si eso llega a suceder habrá instancias analicen este proceso de entrega-recepción, yo muy enfocado en ver hacía adelante, arreglar las cosas y corregir el rumbo de Puebla.
Se siente optimista frente al reto de la cohabitación con un gobernador como Miguel Barbosa, militante de un partido opositor a la coalición partidista que lo cobijó en el proceso electoral del verano de 2021.
“El gobernador y yo hemos hablado de este respeto. De tener un mando coordinado, por ejemplo, en el tema de seguridad, de hacer obra conjunta con sentido social, reactivar la economía y generación de empleos, pero te diré algo: diferencias habrá, siempre hay diferencias, lo importante es que haya actitud de resolverlas y llegar a un acuerdo”.
El ex diputado federal en la Legislatura en el primer periodo del sexenio de Vicente Fox Quesada entre 2000 y 2003, junto con quien ahora es gobernador definió como “absoluta responsabilidad” las piezas oratorias de ambos en el Centro Expositor, en el que prevaleció la cortesía. La convivencia, a veces difícil, no tiene que ser a cubetazos ni manguerazos, sino haciendo verdadera política.
Ponernos de acuerdo, dialogar los distintos, los diversos, los que pensamos diferente al otro, eso es la política y es lo que quiere la gente; ese es el rostro que tenemos que construir con acciones concretas. Vamos por buen camino.
-¿Pesa sobre los hombros toda esa responsabilidad, quita el sueño?
Pues… a veces, es la respuesta que acompaña con una franca sonrisa. “A veces quisiera uno dormir más horas y a veces no se puede”.
El panista que gobernó la ciudad entre 2011 y 2015 responde a una pregunta que flotó en el imaginario de los asistente a su toma de posesión: la capacidad de convocatoria que incluyó a un ex presidente de la República, dirigentes partidistas nacionales, senadores y legisladores.
-Parecía el inicio del camino de una persona que se encamina a la candidatura al gobierno de Puebla.
Es un gesto de apoyo, solidaridad y enorme expectativa que se tiene sobre este gobierno y la importancia que tiene Puebla, con el mayor número de población en el país, de eso debemos sentirnos orgulloso.
-Hay envidias, apetitos personales, proyectos políticos de quienes quisieran estar en la posición que tu tienes, serás blanco fácil, sujeto de escrutinio, ¿están tu y tu familia preparados?
Estar en esta responsabilidad es entrar en una vitrina pública y estar conscientes que se debe actuar siempre bien, eso no debe ser motivo de preocupación, nada se tiene qué esconder y siempre se puede dar la cara a los ciudadanos.
“Ante esos apetitos, celos, estaré muy concentrado en mi responsabilidad. Seré presidente municipal de tiempo completo, que vengan los tiempos, las circunstancias, la salud, Dios mediante y ya después tomar decisiones”.
Frente al escenario de una futura candidatura o la reelección como presidente municipal, se dijo tranquilo “no me quita el sueño” en lugar de futurear; con franqueza tampoco le quito la vista a esa posibilidad, pero también me puedo regresar a mi casa.
Hubo procedimientos penales, multas millonarias e incluso la posibilidad de perder el domicilio particular en donde viven hijos, esposa y el actual presidente municipal como parte de una persecución política en el gobierno de Rafael Moreno Valle.
-¿Cómo lo vez en el espejo retrovisor, cómo lo ve tu familia? porque además hubo una campaña de agravios.
Fue un aprendizaje y una oportunidad de ser resiliente, lo hemos sido como familia, a pesar de esta etapa difícil de mi actividad profesional, salir adelante con fuerza emocional y espiritual de salir de esos momentos agrios que uno llega a vivir.
“Llegó al poder con las maletas hechas (…) tarde o temprano uno se tiren que retirar, caminar a ras de suelo es siempre lo mejor”, respondió cuando se le recuerda que el poder suele hacer perder el piso a los gobernantes.