Es una oportunidad única para la puesta en valor de las zonas arqueológicas del sureste mexicano
Con una inversión de 4,906 millones de pesos, el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas incluye acciones de investigación, conservación, infraestructura y servicios en 21 sitios
Destaca la construcción de dos nuevos museos en Chichén Itzá y en la Ruta Pucc, con arquitectura contemporánea integrada al contexto natural
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dio a conocer los alcances del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas, denominado Promeza, cuyo objetivo es fortalecer la infraestructura de los sitios que verán incrementada su visita pública con la operación del Tren Maya, en virtud de su proximidad con esta ruta que conectará los destinos turísticos del sureste mexicano.
Durante la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, destacó que además de las labores de salvamento arqueológico que acompañan al proyecto Tren Maya, esta relevante inversión del gobierno federal considera la implementación del Promeza, el cual incluye acciones de investigación, conservación, infraestructura y servicios al visitante en 21 sitios arqueológicos.
En el encuentro con los medios de comunicación, en Palacio Nacional, se informó que la inversión del Proyecto Tren Maya en materia de salvamento arqueológico asciende a 248 millones de pesos, a los cuales se suman 4,906 millones para el Promeza y la creación de los Centros de Atención a Visitantes (Catvis), lo que representa, en palabras del titular del INAH, “una oportunidad histórica para la puesta en valor del patrimonio cultural de la región”.
El antropólogo indicó que estas acciones toman en consideración los bienes arqueológicos, históricos y paleontológicos localizados en los sitios que se encuentran a lo largo de la ruta, así como el patrimonio vivo de las comunidades en el entorno.
El Tramo 1 contempla las zonas arqueológicas de Palenque, en Chiapas; El Tigre, en Campeche, y Moral-Reforma, en Tabasco. El Tramo 2 incluye a Edzná y a la Isla de Jaina, erigidas por los antiguos mayas en lo que hoy es el estado de Campeche.
Los tramos 3 y 4 comprenden diversas zonas arqueológicas de Yucatán. El primero considera a Dzibilchaltún, Uxmal y los demás sitios de la Ruta Pucc: Kabah, Xlapak, Sayil, Oxkintok, Chacmultún y Labná; mientras que el segundo se aboca a Ek’ Balam y Chichén Itzá, donde se ampliará el circuito de visita.
Respecto al territorio quintanarroense, en el Tramo 5 Norte se trabajará la zona El Meco, y en el Tramo 5 Sur, la ruta Tulum-Tankah vinculada al Parque Jaguar, además de Cobá y Muyil, también en Quintana Roo. En tanto, en el Tramo 6, las labores se concentrarán en Kohunlich. En el Tramo 7 se llevará a cabo un enorme trabajo de investigación, conservación e infraestructura para la antigua ciudad maya de Calakmul, en Campeche, la cual forma parte de la Lista del Patrimonio Mundial.
En cada una de estas zonas arqueológicas, refirió el titular del INAH, equipos liderados por las y los arqueólogos y restauradores de la institución realizan procesos de diagnóstico, excavación, investigación y conservación, junto con el desarrollo de acciones para la ampliación de las áreas de visita, el fortalecimiento de las unidades de servicio y la construcción de los Catvis.
De forma paralela, se desarrollan planes de rehabilitación, construcción, ampliación, renovación y mejoramiento de la infraestructura existente, de los museos de sitio y otros servicios, incluida la atención de instalaciones hidrosanitarias y eléctricas, y las plantas de tratamiento de aguas residuales.