El presidente dejó atrás su enérgico discurso en contra de Corral, que se generó el año pasado
El presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador de Chihuahua, Javier Corral (PAN), zanjaron sus diferencias y se comprometieron a trabajar en favor del estado.
Al encabezar una evaluación de los programas del Bienestar en la entidad, el López Obrador dejó atrás su enérgico discurso en contra de Corral, que se generó el año pasado por el diferendo con la federación por no cumplir un tratado internacional de aguas con Estados Unidos.
En el gimnasio del Tecnológico de esta ciudad fronteriza, el presidente López Obrador llamó en tres ocasiones a “Javier”, con quien dijo puede haber diferencias, pero como autoridades tienen que actuar en beneficio del pueblo.
“Podemos tener diferencias, esto es consustancial a la democracia, siempre digo que es muy aburrido que pensemos igual todos, sería muy aburrida la vida si sólo existiese el pensamiento único... por eso independientemente de las diferencias tenemos como autoridad la gran responsabilidad de trabajar en beneficio del pueblo y vamos a continuar trabajando juntos, eso es lo que vengo también a ofrecer a Chihuahua”.