Protagonizó el evento en la revista HOLA en la Capilla del Rosario de Puebla
El nuevo subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos, César Yáñez Centeno, es un viejo conocido de la clase política poblana y tlaxcalteca. Se casó en 2018 con una aspirante a la gubernatura del vecino estado, la empresaria Dulce Silva Hernández, quien en la actualidad es diputada federal por Morena por la vía plurinominal.
En el periodo en el que su consorte estuvo detenida en Puebla por el presunto delito de manejo de recursos de procedencia ilícita, en el periodo de marzo de 2016 a mayo de 2017, Yáñez Centeno fue un huésped recurrente en la zona metropolitana de Puebla.
Silva Hernández alcanzó la libertad y el nuevo funcionario de la Secretaría de Gobernación contrajo nupcias el 30 de septiembre de 2018 en la Capilla del Rosario, en medio de una enorme fastuosidad que aún permanece en el imaginario.
La aparición de los detalles de la boda en la portada del medio de la alta sociedad en México, la Revista ¡Hola!, en octubre de ese mismo año, generó dudas respecto de solidez de la línea discursiva por la sobriedad del entonces presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
En el círculo cercano al mandatario federal, confiaron al reportero, dos aspectos de la boda de Yáñez con Silva habrían costado al vocero de confianza de López Obrador no haber asumido la titularidad de la Coordinación General de Comunicación Social de la Presidencia al inicio del sexenio.
El primero fue haber contratado la portada de la revista del corazón de la socialité mexicana para presumir el enlace matrimonial; y el segundo, haber hecho aparecer al entonces presidente electo al lado del exgobernador panista de Puebla, Antonio Gali Fayad, como firmante del acta de matrimonio en la ceremonia civil.
Al momento de su nombramiento como subsecretario de Gobernación federal, César Yáñez estaba encargado de la Coordinación General de Política y Gobierno, lejano al círculo presidencial y al primer equipo del mandatario.
La nueva encomienda del personaje cercano al presidente en 2006 y 2012 ha sido interpretada como el levantamiento del castigo político por su boda en Puebla.