El etiquetado a los alimentos procesados fue una respuesta del Senado ante los graves problemas de sobrepeso y obesidad, apuntó el senador Alejandro Armenta.
En reunión con la secretaria de Educación Pública Federal, Mtra. Leticia Ramírez Amaya, el presidente del Senado Alejandro Armenta le entregó el libro "La Pandemia de los Edulcorantes en México", compartiéndole la labor legislativa a favor de la salud, como el tema de los etiquetados para alertar sobre los riesgos en el consumo de los productos procesados.
El senador Armenta aseguró que esta medida fue una respuesta que el Senado de la República dio ante los problemas tan graves que representan el sobrepeso y la obesidad.
Ante los amparos encaminados a frenar el etiquetado frontal en los alimentos procesados, expresó que “no es posible que a la industria de los edulcorantes en México le interesen más las utilidades de las empresas trasnacionales, que la salud de las y los mexicanos”.
Refirió que nuestro país atraviesa por graves problemas de obesidad y de diabetes mellitus, en los que también tienen responsabilidad las empresas, que prefieren utilizar fórmulas con químicos dañinos para la salud, antes que revalorarlas para la producción de alimentos con sustancias que podrían ser menos agresivas para la población.
En otros países, agregó, están prohibidas ciertas sustancias y colorantes, mientras que en México la presión que ejerce la industria alimenticia y refresquera, para utilizar este tipo de sustancias, es grave, por lo cual nuestro país vive una pandemia que genera costos enormes.
Aseveró que la vida de la niñez mexicana está por encima de los intereses económicos de las empresas que, sin sensibilidad, utilizan conservadores, aditivos o colorantes que saben que son mortales para la población.
Es por ello, “que le hago un llamado a la Corte para que ejerza la responsabilidad que tiene frente al derecho humano a la vida y a la salud informada”.
Dijo que se trata de un derecho constitucional, el que las personas se puedan informar, a través de un etiquetado, que sirva de alerta sobre el alto contenido de grasas transgénicas, sodio, cafeína o edulcorante, que no son recomendables para los niños y la población en general.
“Le debería dar vergüenza a la industria de los edulcorantes hacer un trámite de esta naturaleza, sólo exhiben su apetito voraz por obtener ganancias, antes que defender la salud de las y los mexicanos”, apuntó Alejandro Armenta.
Es el día en el que tenemos que recordar que la diabetes es la pandemia más mortífera que hay en los países de América Latina, y México ocupa el primer lugar en obesidad infantil, lo que representa un riesgo de seguridad nacional, consideró.
Los niños obesos, advirtió, serán jóvenes hipertensos o prediabéticos, lo que pone en riesgo a la población productora y económicamente activa del país.
En este sentido, el legislador recordó que en el Senado se presentó un libro denominado “La Pandemia de los Edulcorantes”, el cual explica la historia de las epidemias.
Alejandro Armenta indicó que la Covid-19 ha sido mortífera en México, porque siete de cada 10 personas que murieron por esta enfermedad, tenían un padecimiento relacionado con la obesidad, la diabetes o un síndrome metabólico.
Por ello, agregó, en los 10 capítulos de la obra explico el gran problema que representan los triglicéridos altos, el colesterol, las enfermedades correlacionadas con la ingesta abusiva de los edulcorantes, “que son químicos con los que la industria farmacéutica, alimenticia y del refresco endulzan o conservan productos que ingiere la gente”.