Con más perspectiva por Leticia Montagner
Si entidades no humanas pudieran competir en los Juegos Olímpicos de París 2024, la tecnología se habría llevado a casa todas las medallas de oro este verano.
Omega Timing, el fabricante de relojes y cronometrador oficial de los Juegos desde 1932, ha trabajado para que los eventos deportivos sean más claros para los atletas y los espectadores por igual, de acuerdo a la información de The Athletic, la sección deportiva del diario estadounidense The New York Times.
Computer Vision en el Centro Acuático Olímpico, utilizó cámaras para reconocer y analizar los movimientos de los nadadores en tiempo real, calculando las frecuencias de brazada, la distancia, la aceleración y la desaceleración.
Los petos inteligentes que usaron los atletas de pista y campo contenían sensores del tamaño de una tarjeta de crédito que enviaban 2 mil puntos de datos por segundo a computadoras de alta velocidad. La cámara de la pista fue 4 veces más rápida este año, capturando 40 mil cuadros por segundo para ayudar a los árbitros a determinar un ganador en finales ajustados.
Esa cámara ultrarrápida permitió a los oficiales olímpicos determinar al ganador de la carrera masculina de 100 metros, donde dos atletas terminaron con un tiempo idéntico de 9.79 segundos.
Los trajes de baño Fastskin LZR, están recubiertos con el mismo repelente de agua que se usa para proteger a los satélites de la radiación espacial y reducen la fricción, lo que permite que los nadadores se deslicen más fácilmente por el agua.
La tecnología Heal Tech de Comp Pair trabajó en compuestos reparables para saltos con pértiga. Si una se rompe durante la competencia, 10 minutos de calor pueden reparar la resina.
El calzado también tuvo su momento, desde el zapato con aerosol de On, hasta las botas de recuperación Nike-Hyperice. Los super spikes de Nike cambiaron las carreras en pista por completo.
En natación hubo cámaras subacuáticas y análisis de datos que proporcionan vistas detalladas de la técnica de los nadadores y trajes de alta tecnología, diseñados para minimizar la resistencia al agua y mejorar la flotabilidad.
En gimnasia hubo sensores inerciales en trajes, utilizados para monitorear la postura y los movimientos de los gimnastas que ayudan a mejorar la precisión de las rutinas y a identificar áreas de riesgo de lesiones.
En los deportes ecuestres se utilizaron sensores de presión en sillas de montar para ayudar a monitorear el bienestar del caballo, asegurando que no haya puntos de presión excesivos que puedan causar lesiones. Se utilizaron cámaras de alta velocidad para analizar los movimientos del jinete y del animal durante las competencias de salto y doma, permitiendo un análisis detallado del rendimiento
En ciclismo se fabricaron bicicletas inteligentes, equipadas con sensores de potencia, cadencia y velocidad, que permitieron a los atletas y entrenadores monitorear y ajustar el rendimiento en tiempo real, sin olvidar ropa aerodinámica, diseñada con materiales avanzados para reducir la resistencia al viento, mejorando la eficiencia y velocidad.
Con la tecnología avanzando tan rápido, esperemos que los robots humanoides no estén en el podio en 2028 en Los Ángeles, concluyó el prestigiado diario estadounidense.
@LMontagnerG
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.